El director global de Educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra, consideró que es “imposible mejorar la calidad” si no se retira la política del proceso y toma de decisiones educativas, como con la carrera magisterial. Las reformas deben estar en función de la calidad, del niño y del joven como eje central de igualdad y oportunidades.
“Lamentablemente hay países que no logran un aumento en la calidad sostenida, es porque existen política introducida en el proceso y toma de decisiones de las carreras públicas, ya sea que los maestros fueron promovidos o son nombrados por temas políticos. Si perteneces al partido correcto, si perteneces a una facción correcta o a un grupo étnico en particular, existe mucha política en el proceso de toma de decisiones en la educación. En la medida que eso pase es imposible mejorar la calidad, es así de sencillo. Uno tiene que sacar la política del proceso y toma de decisiones educativas, pero eso es una decisión política”, dijo Jaime Saavedra.
Jaime Saavedra recordó que los primeros intentos de una “reforma meritocrática” de la carrera magisterial empezó durante el segundo gobierno de Alan García y luego bajo una ley con el gobierno de Ollanta Humala, donde los maestros tenían una motivación completamente distinta con un proceso de evaluaciones de tres años.
“Luego de eso ha habido muchas evaluaciones para la selección de directores, de maestros, inclusive para la selección de autoridades de UGEL, ya era entrar en una lógica de meritocracia en el cual queremos mejor gente y dar el mejor estímulo posible para seguir empujando en la capacitación de los maestros y en la formación y desarrollo profesional de los maestros”, expresó.
Además, Jaime Saavedra precisó que los maestros son el factor fundamental que define la calidad de la enseñanza. También destacó que la “meritocracia” es un elemento fundamental en la mejora en la calidad del servicio en la educación básica.
El exministro de Educación fue entrevistado en RPP y consideró que la filtración de la prueba evaluativa para los docentes es un “problema de capacidad de implementación y no pedagógico”.
“Hacer ese proceso de evaluación es un proceso logístico extremadamente difícil, justamente para que se cumplan todos los mecanismos de seguridad. Eso requiere una burocracia muy calificada”, aseguró.