Editorial

TENEMOS POR LO MENOS 5 AÑOS MÁS DE CONTAMINACIÓN

Postergación del P-TAR:

Al término de una reunión de alto nivel realizada anteayer en esta ciudad, un alto funcionario del ministerio de Vivienda se encargó de decir las cosas sin medias tintas y tal como son. Por ahora es imposible saber  a ciencia cierta cuándo se iniciará la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Chimbote y Nuevo Chimbote, proyecto que es ampliamente conocido con las siglas de P-TAR.

En todo caso, lo único que ha quedado plenamente establecido en dicha reunión es que, al menos en los próximos cinco años, los desagües de ambas localidades seguirán desembocando directamente a la bahía de Chimbote, con toda la carga de excrementos y demás inmundicias con la  que sale de los domicilios. Una triste pero innegable realidad.

La oportunidad que se tuvo para que este proyecto pudiera dar sus primeros pasos, empezando  con la elaboración del estudio de pre inversión, fue objeto de un abrupto final a comienzos del presenta año. Los técnicos de la empresa alemana contratada por el ministerio de Vivienda para realizar dicho estudio y que ya llevaban buen tiempo en Chimbote,  de pronto optaron por retirarse. Lo hicieron cansados de esperar  inútilmente que, tanto la Municipalidad Provincial del Santa como Sedachimbote, cumplieran con proporcionar los planos y otros documentos, técnica y legalmente saneados,  que son indispensables para la realización de este tipo de trabajo.

En la gestión de proyectos de esta envergadura, donde el tiempo vale más que el dinero, los estudios de pre inversión tienen que llevarse a cabo dentro los plazos previamente establecidos y con la más absoluta responsabilidad. No hacerlo significa afectar seriamente la credibilidad de los organismos e instituciones participantes, particularmente a la hora en que los proyectos pasan a la etapa de evaluación  y empiezan a tocar la puerta de las fuentes de financiamiento. Se dijo que la empresa alemana que inició la elaboración de estos estudios, ya tenía en cartera esa fuente de financiamiento. ¡Lo que hemos perdido!.

Con una población que supera largamente el medio millón de habitantes, Chimbote y Nuevo Chimbote necesitan a gritos que el P-TAR se haga realidad ¡ya! y no dentro de cinco o más años. Es realmente envidiable que ciudades con menos población, ya cuenten con sus respectivas plantas de tratamiento. Eso va de la mano con normas elementales de salud ambiental  y ¿por qué no? con el decoro de una ciudad.

Como sabemos, Sedachimbote evacúa los desagües domiciliarios a través de cuatro plantas de bombeo ubicadas en La Caleta, malecón Grau (a dos cuadras de la Plaza de Armas), Miramar y La Florida. Cada una de ellas arroja directamente al mar 500 litros por segundo de aguas servidas. ¿Se imaginan la cantidad de aguas servidas que recibirá la bahía de Chimbote en los próximos 5 años?. Para no creerlo.