Editorial

::: PARA MUESTRA, UN BOTÓN :::

Mercado negro de conservas:

En un operativo realizado anteayer en el mercado mayorista La Perla, funcionarios de la Municipalidad Provincial del Santa, Sanipes  y Policía Fiscal decomisaron un total de 2,085 latas de conserva de pescado de dudosa procedencia, con etiquetas claramente adulteradas y con la fecha de vencimiento largamente sobrepasada. El decomiso, por supuesto, no es sino una pequeñísima muestra del mercado negro  que domina la comercialización de este producto.

Como ya lo hemos afirmado en un comentario anterior, el hallazgo de esta mercadería “bamba” no es ninguna novedad. No exageramos cuando dijimos asimismo que el volumen del mercado negro de conservas de pescado posiblemente sea superior al volumen del  mercado formal.

En algunos casos, se trata de un producto que ha sido descartado por no pasar la valla del control de calidad, pero que en vez de incinerado es acopiado por comercializadores inescrupulosos. En otros casos proviene de la elaboración informal que se realiza  bajo la modalidad de maquila o es adquirido en grandes cantidades a intermediarios que lo traen en forma clandestina desde el exterior.

La ramificación de este mercado negro no solamente abarca los centros de abasto de concurrencia masiva, como La perla. También se extiende a través  del comercio callejero tal como se puede ver en zona llamada Ocoñita. Pero donde prolifera sin levantar mucho polvo es en los lugares de acopio que abastecen la demanda de los programas sociales, llámense Vaso de Leche, comedores populares y otros,  cuya adquisición corre a cuenta de las municipalidades sin importar el grave riesgo que esto significa para la salud de los consumidores.

El decomiso ocurrido anteayer en La Perla, no es más que un botón. El mercado negro de conservas de pescado posiblemente sea más inmenso que un mar.