Opinión

LO QUE CHIMBOTE DESEA

Con motivo de año nuevo:

Todos los años tienen 365 días y todos sabemos asimismo lo bueno y lo malo que ha ocurrido durante el año que se va; empero lo que no podemos saber, ni siquiera remotamente, son las cosas que nos deparará el año que comienza a las cero horas de esta  medianoche.

Al cabo de dos años  de angustia ininterrumpida, el tema principal sigue siendo  la pandemia con todo el peso del dolor causado por pérdida de muchos seres queridos. No obstante el tiempo transcurrido y a pesar de todo el esfuerzo realizado a nivel personal y colectivo, todo indica que vamos a iniciar un año más de lucha contra el mismo enemigo. El virus aún no se da por vencido y mal haríamos en cantar victoria por adelantado.

Eso, sin embargo, no nos impide expresar nuestros mejores deseos para que el año 2022 sea mucho más venturoso. En ese sentido, confiamos interpretar el sentir del pueblo de Chimbote respecto a los anhelos que abriga y acaricia desde hace mucho tiempo.

Para comenzar, creemos que el punto número uno es  la ejecución de la planta de tratamiento de aguas residuales, P-TAR. De acuerdo con la información proporcionada a este medio por un alto funcionario del ministerio de Vivienda,  existe un último plazo  que vence el  próximo 31 de marzo para firmar el contrato de ejecución de este anhelado proyecto. Eso dependerá, como es obvio, de la gestión que lleven a cabo en forma conjunta tanto el propio ministerio de Vivienda como la municipalidad provincial del Santa y la empresa municipal Sedachimbote. No es posible que un año más los desagües domésticos de la ciudad sigan desembocando directamente al mar, a tan solo dos cuadras de la plaza de armas,  convirtiendo a la otrora hermosa bahía de Chimbote en uno de los espacios naturales más contaminados del mundo.

Por otra parte, tomando las palabras del gobernador regional  Henry Borja Cruzado pronunciadas durante la audiencia pública de informe anual de gestión,  esperamos esta vez con fundada expectativa el inicio de la construcción del nuevo hospital La Caleta, el más antiguo y emblemático centro de salud de Chimbote que ya ha cumplido setentaicinco  años de existencia. Desde hace diez años, el proyecto del nuevo local ha pasado por muchas manos y el último escollo ha sido el saneamiento físico legal del terreno ubicado en el pueblo joven Dos de Mayo. Como para que no quede ninguna duda al respecto, el gobernador regional ha precisado que este año se llevará a cabo la licitación con un presupuesto que bordea los 300 millones de soles.

Sobre cuernos, palos. Luego que las universidades ULADECH y San Pedro no lograsen su licenciamiento ante SUNEDU,  encima de ello han fracasado en su intento de fusionarse con otras universidades del país. Nuestro deseo es que la situación de más de 40 mil alumnos que siguen o han seguido una carrera  en ambas casas de estudio, pueda definirse de una vez por todas. Estudiantes y padres de familia ya han perdido mucho tiempo, dinero y credibilidad.

Asimismo, ante el anuncio oficial del reinicio de clases escolares presenciales a partir del próximo mes de marzo, deseamos que éstas se lleven a cabo a partir de dos aspectos fundamentales. Primero, que prevalezcan las medidas sanitarias a fin de evitar posibles rebrotes y, segundo, que se incida con el mayor énfasis posible en la recuperación de los niveles académicos correspondientes. Luego de dos años de clases virtuales, sin poder realizar un seguimiento ni una evaluación en ambos casos con la debida satisfacción, se ha podido observar que estos niveles han descendido en forma alarmante. Peor aún es el caso de un importante número de niños que viven en las zonas rurales  quienes, a pesar de subir cerros en busca de una señal, no pudieron  tener acceso al servicio de internet.

Finalmente, deseamos con la más firme esperanza que el nuevo gobernador regional y el nuevo alcalde provincial que resulten elegidos en las elecciones del próximo mes de octubre, en vez de repetir la historia más bien corrijan errores y recuperen el tiempo perdido. De eso va a depender que los anhelos que hemos enumerado líneas arriba y otros que pueden haberse quedado en el teclado, se hagan realidad para dicha y felicidad de Chimbote y la región Ancash. ¡Feliz año 2022 queridos lectores!.