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INVASIONES A TERRENOS PRIVADOS PROBLEMAS DE NUNCA ACABAR

Propiciadas por traficantes de terrenos:

Los Asentamientos Humanos establecidos sobre terrenos de propiedad privada son problemas no de ahora, sino desde hace mucho tiempo y que lamentablemente las autoridades, incluyendo al Poder Judicial no han podido resolver y los gobiernos locales mucho menos; lo que ha generado caos.

Un hecho reciente como es el incendio en Nuevo Renacer ha traído a la palestra estos casos que se encuentran judicializados y que lamentablemente se convertirán en problemas sociales, pues se inician con ese afán que tienen los traficantes de terrenos para ocupar terrenos libres y llenar sus bolsillos.

Uno de los casos es el que ha ocurrido en el límite de Tangay Bajo y PPAO donde un terreno de 5.6 hectáreas, que cuenta con titulo de propiedad e inscripción en Registros Públicos fue invadido con problemas que se iniciaron con la intervención de la nefasta Comunidad Indígena de Chimbote y Coishco.

En dicho terreno se encuentra ubicado hoy en día un Asentamiento Humano denominado Yesenia Dávila Barrón, el nombre de la esposa del ex alcalde de Nuevo Chimbote Valentín Fernández Bazán y que es una trabajadora, actual, de dicha comuna sureña.

A partir del año 2015, cuando increíblemente la municipalidad de Nuevo Chimbote empieza a proporcionar plásticos para proteger a la gente necesitada, estaba avalando la presencia de ellos en un terreno privado y es ahí donde surge la idea de esos pobladores de colocar el nombre de la esposa del alcalde de ese entonces.

En dicho lugar la invasión se inicia con la presencia de la Comunidad Indígena, pues como es de conocimiento público, se irrogan ser los propietarios de todos los terrenos de la ciudad de Chimbote; según una inscripción en Registros Públicos que incluso cuenta hasta con aval de Tribunal Registral.

Inicialmente denominaron a dicho pueblo “Asociación Pro Vivienda Santa María”, mediante la cual anunciaban la lotización y la toma de posesión de los lotes de acuerdo a los plazos establecidos con la firma del comité especializado de la comunidad indígena.

Este ha sido el modus operandis que ha utilizado en muchos lugares la Comunidad Indígena para ocupar terrenos que no son suyos e incluso vendían mediante la modalidad de acciones y derechos como ha ocurrido en los linderos del referido terreno de 5.6 hectáreas inscrito en la Partida Electrónica Nº 11015559, ubicado en el sector Tangay.

Dicho terreno está ocupado en la actualidad por aproximadamente doscientas familias, caso similar a lo ocurrido en Nuevo Renacer donde en la víspera del fin de año del 2021 se produjo un incendio catastrófico que dejó en cenizas dicho pueblo.

En este Asentamiento Humano, ubicado en el ingreso a Tangay, además de viviendas precarias también existen construcciones y en las últimas semanas ha aparecido la empresa de energía eléctrica Hidrandina con la finalidad de colocar alumbrado, sin tener conocimiento que son terrenos privados y cuyos ocupantes están notificados de los procesos judiciales existentes.

David Wilfredo Caamaño Manrique, representante legal del dueño del terreno de 5.6 hectáreas e inscrito en Registros Públicos con la partida antes mencionada manifestó que tuvo orden de desalojo para todos los invasores, sin embargo, delincuentes frustraron la diligencia. Los casos están judicializados y el Poder Judicial tendrá la última palabra.

Explica que lamentablemente todos los problemas empezaron cuando representantes de una empresa denominada “Corporación Agroexportadora Perú S.A.C.” presentó denuncias policiales por usurpación de sus terrenos que les había vendido la Comunidad Indígena de Chimbote.

Ahora en el inicio del 2022, lo único cierto es que dicho terreno está ocupado por muchas familias y que todo se inició con ese afán lucrativo de la Comunidad Indígena, tal como lo señalan Caamaño Manrique en sus denuncias documentadas, no sólo a la Policía Nacional sino también a la Fiscalía y que no tienen cuando resolverse.