Agraviada muestra pruebas:
La propietaria de un ubicado en el jirón Manuel Villavicencio N° 644 en Chimbote denunciaron públicamente al señor Juan Vigo Mendoza y su esposa María Caballero Bacilio, por usurpar y construir de manera clandestina, una pared de material noble, dentro de este predio.
Así lo denunció públicamente, Beatriz Rodríguez Mejía (69), en representación de su hija Dajhana Soles Rodríguez, quien totalmente desesperada, explicó que sus vecinos han ocupado unilateralmente una parte del terreno que les pertenece.
Lo peor dijeron, es que pese al aviso colocado por la Municipalidad Provincial del Santa disponiendo la paralización de la obra, ya que el denunciado no ha mostrado documentos que acredite que le pertenece, sigue avanzando en la construcción.
“El señor viene construyendo dentro de mi predio, por ello, presenté mi queja ante Obras Privadas de la Municipalidad Provincial del Santa, para que verifiquen y delimiten el área de mi predio, según indica la copia literal y autovaluo, pero pese a la orden que le han ha dado de paralizar los trabajos hasta que se solucione el impase, no lo ha hecho y sigue construyendo”, señaló la agraviada Beatriz Rodríguez Mejía, quien, espera que se accione contra esta situación de abuso hacia su persona.
Es lamentable, dijo, tener que ver al señor que construye en su predio, ya que todo el tiempo le ha faltado el respeto con calificativos despectivos hacia su persona, “totalmente intratable, lejos de la conducta que debería tener un caballero”, expresó.
La denunciante cuenta con copia literal, copia de autovaluo y otros documentos que acreditan, que el predio les pertenece.
Esta situación, le ha afectado emocional y psicológicamente pues desde el 1 de diciembre 2021 que se inició el problema de usurpación de 80 centímetros del pasadizo, y pese a los reclamos iniciales, pensando que se solucionaría el problema, a la fecha, el denunciado sigue avanzando la obra y ya se colocó columnas.
La denunciante contó que hace 29 años su hija compró el predio y por motivo de viaje al exterior, le dejó a su madre una carta poder que le facultaba ser la propietaria, la misma que ha venido viviendo en el lugar, hasta que aprovechando un corto viaje que hizo, cuando retorno se dio con la ingrata sorpresa que una parte del predio (callejón), lo habían usurpado.