Editorial

UNA EMPRESA CIEGA, SORDA Y MUDA

Sedachimbote :

Cuando se esperaba que los  voceros autorizados de Sedachimbote salieran al frente para  dar a conocer una versión oficial respecto a la difícil situación en la que se debate la empresa del agua, hasta este momento sus principales directivos prefieren guardar el más absoluto silencio, como si  el hecho de ocultar  la verdad les va a permitir solucionar los graves problemas que tienen en sus manos.

Ante la necesidad de obtener una versión oficial sobre este tema de interés comunitario, este medio de comunicación trató de comunicarse ayer tanto con el  Arq. Roberto Briceño Franco, alcalde de la Municipalidad Provincial del Santa y, como tal,  presidente de la Junta Empresarial, así como con el Ing.  Manuel Rodríguez Senmache, gerente general de Seda; pero lamentablemente no pudimos obtener ninguna respuesta positiva. Tal parece que para ambos directivos, el derecho de la ciudadanía y de la opinión pública a conocer la verdad, es lo que menos interesa.  De estar convencidos que ocultando los problemas de la empresa van a   encontrar una fórmula mágica de solución, no nos queda la menor duda que están  completamente lejos de la realidad.

En los últimos meses, la ocurrencia reiterativa de algunos hechos desafortunados ha  puesto al desnudo la grave situación administrativa, económica y financiera que desde hace muchos años  agobia a Sedachimbote.

Uno de los hechos es la decisión de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento, SUNASS,  de haber puesto el destino de Sedachimbote bajo los cuidados intensivos  del RAT (Régimen de Apoyo Transitorio), que en la práctica viene a ser la última tabla de salvación para las empresas de saneamiento del país que se encuentran en crisis. Si en los próximos tres años Sedachimbote no logra dar signos de mejoría, entonces dejaría de ser una empresa municipal para pasar a depender directamente de la OTASS o mejor dicho el Ministerio de vivienda.

También ayer dimos cuenta  de otra omisión a la que nos tiene acostumbrados Sedachimbote, esta vez al negarse a proporcionar la información técnica que se requiere para la elaboración del estudio de pre inversión del proyecto “Mejoramiento y Ampliación de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Chimbote y Nuevo Chimbote”. Según dio a conocer el Consorcio Aguas del Santa, encargado de la elaboración, este proyecto está destinado a mejorar el servicio en treinta asentamientos humanos de Chimbote y Nuevo Chimbote. De no elaborarse a  tiempo el estudio, como se teme debido a la actitud de Sedachimbote, el ministerio de Vivienda queda en libertad de destinar los recursos de este proyecto a favor de otras localidades del país. Así de simple.

Para rematar por ahora  esta mala racha, el diario oficial El Peruano publicó en su edición de anteayer  la Resolución N° 003-2022 del ministerio de Vivienda, mediante la cual se da por concluida la labor de Flavio Rojas Rodríguez y Felipe Llenque Tume, en los cargos de Presidente y miembro del directorio, respectivamente, de Sedachimbote. Según se lee en la resolución, las causas de esta separación tienen directa relación con la cuestionada gestión que ambos personajes han desarrollado al interior de la empresa. Lo que significa que la procesión va por dentro.

Como era de suponer, todos estos hechos exigían de una explicación oficial y qué mejor si  los directivos autorizados la hubieran proporcionado, pero lamentablemente no ha sido así. Esta actitud nos lleva inevitablemente a pensar que Sedachimbote es ahora una empresa ciega, sorda y muda.

Ciega, porque no quiere ver ni aceptar la realidad. Sorda, porque no escucha las recomendaciones de los organismos supervisores. Y muda, porque simple y llanamente sus directivos prefieren guardar silencio. Siendo así, creemos que va a ser muy difícil, por decir lo menos, que Sedachimbote pueda salir del hoyo en el que se está hundiendo. Una lástima.