Editorial

::: TARJETA ROJA A LA CORRUPCIÓN :::

Por caso semáforos inteligentes:

Cierto, el crimen nunca paga. Después de haber permanecido tres años  y cinco meses en calidad de prófugo de la justicia, hace dos días fue capturado el empresario chileno Nicolás Rivas Gay, representante legal de la empresa Consorcio del Santa ITS que tuvo a su cargo la ejecución de la obra conocida como “semáforos inteligentes”, uno de los casos de corrupción más sonados de los últimos tiempos, engendrado al interior de la Municipalidad Provincial del Santa.

Conjuntamente con Rivas Gay, en este caso también están comprendidos los ex burgomaestres Victoria Espinoza García y Julio Cortez Rojas además de tres altos ex funcionarios de la comuna provincial. Todos ellos fueron condenados por el Segundo Juzgado Unipersonal de la Corte  Superior de Justicia del Santa a cuatro años de prisión  efectiva y al pago solidario de una reparación civil equivalente al  monto del  perjuicio económico causado a la comuna provincial,  que se estima en más de tres millones de soles.   La captura de Nicolás Rivas se produjo en la ciudad de Bogotá, capital de la hermana república de Colombia, desde donde será extraditado al Perú para que de  acuerdo con la sentencia judicial cumpla su condena en el penal de Cambio Puente.

Nadie ha olvidado que en el 2009, durante la gestión  de Victoria Espinoza,  esta obra de señalización vial fue convocada a licitación pública con un presupuesto de 2.5 millones de soles. Sin embargo, como corolario de una intrincada manipulación de argucias administrativas,  la obra terminó siendo adjudicada en forma directa a la empresa Consorcio del Santa ITS de Nicolás Rivas, pagándose  por ella la suma de casi 8 millones es de soles. Más del triple.

Luego de una serie de investigaciones y peritajes  que realizó el Ministerio Público, se ha podido establecer que efectivamente existió al interior de la Municipalidad Provincial del Santa todo un montaje administrativo, no solo para direccionar  la obra a favor de la empresa Consorcio del Santa ITS, sino también para incrementar indebida y escandalosamente el presupuesto inicial.

Después de un largo proceso que recorrió todas las instancias judiciales  y que se prolongó por más de seis años, el 4 de julio del 2018 los implicados en el caso “semáforos inteligentes” terminaron sentenciados esta vez  en forma inapelable. Al fin una tarjeta roja a la corrupción.

Pero tan pronto como se conoció la sentencia, los cinco sentenciados se dieron a  la fuga. Un año después, el 15 de julio del 2019, fue capturada en el distrito de El Provenir de  Trujillo la ingeniera Micalea Flores Gómez, ex gerente de obras de la municipalidad provincial, en tanto que el 9 de agosto del mismo año, corrió la misma suerte el  ingeniero Javier Menacho Méndez, sub gerente de dicha dependencia edil.

Tras la captura del Nicolás Rivas Gay, solo Victoria Espinoza y Julio Cortez aún permanecen en la clandestinidad, existiendo en ambos casos una recompensa de 20  mil soles que ofrece el estado para quien proporcione cualquier información que permita su captura.

Como éste, son muchos los escándalos de sobrevalorización que se han producido y posiblemente se sigan produciendo al interior de la comuna provincial. Es hora que la mano de la justicia, como lo ha hecho en el caso de los “semáforos inteligentes”, actúe con la misma severidad, caiga quien caiga.

Pues como bien lo ha establecido la sentencia judicial, no solo está de por medio un cuantioso  perjuicio económico en agravio de Chimbote sino también de un irreparable daño a la imagen de nuestra ciudad.