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HOSPITAL EL PROGRESO

Lamentamos de veras lo que sucede con la construcción del hospital El Progreso, la misma que ha sido paralizada y ahora el secretario general de dicho pueblo (El Progreso) ha denunciado las amenazas de muerte que sufre desde que empezó la obra. Él ha señalado que dichas amenazas proceden de los penales de Tumbes y Junín. Si es que las amenazas son de meses atrás, a estas alturas resulta inconcebible que la Policía Nacional no haya iniciado las investigaciones o en todo caso no las haya terminado y no se hayan interpuesto garantías para Walter Quispe Lozada, el dirigente afectado. No olvidamos que a raíz de los enfrentamientos entre la municipalidad y los comerciantes, hubo una serie de problemas y que finalmente la posesión del terreno se hizo mediante un desalojo violento, luego al empezar la obra se supo de las amenazas contra la constructora y ahora, que se conoció públicamente que la obra está detenida, sale a la luz las amenazas que sufre el dirigente de dicho asentamiento humano a raíz de la construcción del hospital, es decir los problemas no tienen cuando acabar. La comunidad espera que estos problemas se terminen, pero sólo debe ser con la intervención de las autoridades, las investigaciones que deben realizarse para identificar de donde provienen las amenazas, sobre todo los autores intelectuales y por supuesto con la presión que ejerzan congresistas y el pueblo en general que finalmente se destraben los problemas para el reinicio de las obras. Se entiende que en el transcurso del mes de mayo debe esclarecerse todo lo referente a las obras; aunque entendemos si los congresistas cumplen su función fiscalizadora deben llegar al punto de origen de los problemas para que finalmente la empresa encargada retome la construcción de la obra. Es lo que esperamos todos.

VACUNAS

Desde que La Contraloría anunció que en los almacenes del CENARES había lotes de vacunas con fecha de vencimiento para última semana de abril que acaba de pasar, se han iniciado polémicas públicas entre ex funcionarios y los actuales del Minsa, que discuten sus versiones cada uno. Lo único cierto es que hay un lote de un millón de vacunas pediátricas Pfizer que se han vencido. Un viceministro de la actual gestión fustigaba duramente a Hernando Cevallos, el anterior ministro de Salud, de haber comprado vacunas en exceso y el resultado es que estas se han vencido. La anterior jefa de Inmunizaciones del Minsa, Gabriela Jiménez, explicó que cuando se adquirieron las 6 millones y media de dosis pediátricas, se hicieron teniendo en cuenta el número de niños entre 6 y 11 años que iban a vacunarse. Lamentablemente esta gestión, según ella, no cumplió con los objetivos trazados de inmunizar en el tiempo previsto a esa población etaria. El resultado de esa mala gestión son ese millón de dosis que no se han usado. En buen castellano, lo que ocurre en nuestro estado y en todos los aspectos es la deficiente gestión de los funcionarios públicos, por eso no se cumplen los objetivos. Cada gestión, cada ministro que llega, lo hace con el personal de su confianza y cada cual no tienen los antecedentes de los otros produciendo así un problema. Hoy hay más de un millón de dosis de vacunas que ya no podrán usarse y esas vacunas ya han sido pagadas con dinero del estado, con dinero de todos los peruanos. Alguien tendrá que asumir responsabilidades, y estamos refiriéndonos a funcionarios que ha escogido el Presidente de la República o en todo caso, el jefe y dueño de su partido Perú Libre, Vladimir Cerrón; quien es uno de los que maneja el Ministerio de Salud.

CAPACIDAD DE GASTO

Desde hace varios meses venimos insistiendo en esta columna sobre la deficiencia de estos funcionarios en la gestión pública y hemos escrito mucha veces, sobre todo en el uso de los dineros destinados para el Canon Minero. Aquí, en estas páginas hemos publicado cuadros estadísticos donde colocábamos evidencia de la deficiente gestión de los gobiernos locales en el uso de esos dineros. El distrito millonario de nuestro país, San Marcos – Huari, no ejecuta ni el 25% anual de su presupuesto(Pueden llegar a tener 500 millones de soles anuales). No solamente son ellos, el otro ejemplo que tenemos aquí, en nuestra ciudad es la ejecución de la inversión pública es la MPS que no ha pasado el 30% en los últimos años. Esa deficiente gestión pública abarca todos los sectores del aparato estatal y la mejor muestra se da en el Ministerio de Salud, donde más de un millón de dosis de vacunas anti-covid se han vencido porque no las han utilizado y no han sido utilizadas porque no se cumplieron los planes de vacunación para ejecutarlas. Mientras la gestión pública sea deficiente, los problemas en nuestro país continuarán.