Editorial

AÚN ASÍ, CHIMBOTE DERROCHA TALENTO

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A manera de comentario, el propietario de una sintonizada emisora local, amigo de esta casa editora, nos dejó perplejos al hacer una reflexión acerca de la realidad artística y musical que se vive en Chimbote. Cada vez que se celebra una fiesta  patronal o de aniversario  de fundación, la cartelera artística que se contrata para amenizar la celebración es encabezada por cantantes y conjuntos musicales foráneos, por cuya presencia se paga cuantiosas sumas de dinero.

Eso mismo sucede con las actividades que realizan empresas e instituciones  particulares, incluyendo restaurantes campestres y centros de baile que, cueste lo que cueste, también prefieren contratar a artistas de otras localidades. A los cantantes y  conjuntos  musicales de Chimbote solo se les convoca como relleno y como única retribución se le reconoce el costo  de la movilidad y en el mejor de los casos se les proporciona un refrigerio.

En  una honrosa respuesta a este inaceptable maltrato, el último fin de semana se ha llevado a cabo por primera vez el evento  “Vive Chimbote 2022” cuya finalidad no tiene nada que ver con el apetito lucrativo que impera en el mundo artístico y musical. El propósito de este evento es más bien  brindar en forma gratuita la oportunidad que muchos cantantes y conjuntos musicales de Chimbote necesitan para salir del anonimato y mostrar ante el público  la calidad de su talento.

A iniciativa de su promotor, el joven empresario chimbotano Víctor Nakasato,  “Vive Chimbote” no quiere ser  flor de un día. Se propone ser un evento anual y competitivo que pueda servir  de trampolín a jóvenes que posean aptitudes innatas para la creación e interpretación  musical. Y razón no le falta.

Una mirada retrospectiva en el tiempo, permite comprobar que el talento musical es otro de los grandes atributos que enorgullecen a Chimbote.   Hace cincuentas años, conjuntos como  Los Rumbaney y Los Pasteles Verdes iniciaron una trayectoria musical que los catapultó a nivel internacional y llevó el nombre de Chimbote a otras latitudes. Lo propio hicieron cantantes de la talla de Aldo Guibovich, Fernando Arias y María Obregón, así como la primera guitarra del trío Los Morunos, don Modesto Pastor.  Ni qué decir asimismo de compositores  consagrados como Leoncio Burgos,  Alberto Haro, Daniel Cortez  Belupú y Luis Aguirre Barrón.

Como ellos, existen  en Chimbote muchos jóvenes con talento, quienes están a la espera de una oportunidad para salir del anonimato y ocupar un sitial con nombre propio en el mundo del arte musical.

Esa oportunidad puede ser el evento  “Vive Chimbote” , pero  siempre y cuando las autoridades, los empresarios y las instituciones locales se animen a poner el hombro. Existen cantantes y conjuntos foráneos a los que no se puede regatear su nivel de calidad artística, pero aun así Chimbote también derrocha talento.