Opinión

LOS FONDOS DE AHORRO DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS

Por: CPC SERGIO AGURTO FERNANDEZ (*)

El sector público, por la magnitud de su estructura, siempre ha sido un mega laboratorio donde se hacen “experimentos” en el manejo de los recursos humanos y financieros, teniendo a los poderes: Ejecutivo y Legislativo, las instancias en donde se emiten las disposiciones legales, que los sectores público y privado necesitan para desarrollarse. Cada poder del Estado, según las circunstancias y las necesidades, a falta de políticas de estado en materia laboral, porque las existentes colisionan entre sí, hay una abusiva legislación de corte colonial, que explota las necesidades de la población, que pugna por hacerse de un empleo. Decimos “experimentos”, porque las decisiones o las obras que se hacen no tienen continuidad en el tiempo, volviéndose a empezar con cada cambio de gobierno, significando un retraso para el país.

Aquí hay un detalle importante como para tenerse en cuenta, por las causas que se indican, esta bicefalia en el manejo de los recursos humanos, en la práctica trae consecuencias, creándose conflictos laborales innecesarios, por las medidas carentes de compromiso social que se dan. Es común en el Estado la creación de figuras legales que tienden a desconocer los derechos de los trabajadores (Essalud, CTS, Jubilación y otros) y nadie, en su oportunidad hizo nada para modificarlas, tales como: 1) Creación del régimen de “Servicios no Personales” –SNP-, despótico y humillante sistema de explotación laboral “del hombre (Trabajador) por el hombre (Estado)”, ya derogado, donde la remuneración no era considerada como tal, sino como un servicio cualquiera. Tuvo una vigencia de 18 años, desgraciando la vida de los trabajadores, porque los miles que empezaron su vida laboral en el sector público arriba de los 40 o más años de edad, sin seguro ni aportes previsionales, ya habrán terminando con una vejez mendicante o entregado su alma a Dios; 2) Creación del régimen CAS, aún vigente, con derechos laborales recortados; 3) Dispersión de los conceptos remunerativos en las planillas, dándoles la condición de “no pensionables”, es decir no afecto a los descuentos previsionales.

En los años 60 para atrás, el pago de las remuneraciones era quincenales, y después, de ahí para adelante, se efectuaban en forma mensual. Este cambio brusco en el procedimiento de pago, trajo un tremendo problema a los trabajadores, prácticamente el presupuesto familiar se les esfumó.

Es ahí cuando algún ingenioso funcionario diseñó un fondo de ahorro y préstamo, para que funcionara en cada ministerio, con el error de que inconsultamente se le afilió a todos los trabajadores nombrados y contratados, sin respetar aquel principio de “adhesión libre y voluntaria”. Además de conceder préstamo, al personal que cesaba en el trabajo, se le otorgaba un fondo de retiro en proporción a los años cotizados. En todas ellas, siempre el Estado ha tenido presencia, pese a que esos fondos eran privados.

Cada ministerio tiene lo suyo, con nombre variado; en Educación se llama Derrama Magisterial, en Salud se llama Mutual Sanitaria, en Vivienda se llama Foprevic, etc. De todas ellas, la Derrama Magisterial resultó ser la institución más exitosa.

Estos fondos de ahorro tienen un común denominador: a todos los trabajadores de los ministerios se les efectúa los descuentos por planilla, por todas las operaciones financieras que realizan entre sí, aquí nadie se salva, las obligaciones se cumplen con puntualidad, sin posibilidad de refinanciar una deuda, así se esté pasando por una etapa de crisis familiar, por ejemplo. Pero vale la pena que estas instituciones existan, quien sabe si reformándolas, para estar en aquella lógica que dice: “más vale tener un seguro y no necesitarlo, que necesitar un seguro y no tenerlo”.

En cuanto a la Derrama Magisterial, obviamente es una institución financiera exitosa, pero esto no se debe a una buena gestión, o por obra y gracia de los dirigentes, no señor, nada de eso, simplemente porque tienen una cantidad impresionante de afiliados, se dice que son más de 500 mil, si cotizan S/. 10.- mensuales, la recaudación mensual llegará a los 5 millones de soles. Entonces nos preguntamos ¿Acaso hay alguna institución financiera o de servicios, que, sin hacer ningún gasto de gestión, reciba tal cantidad de dinero?, claro que ninguna; también tiene el apoyo del Estado, poniéndoles a su disposición los recursos humanos y materiales necesarios, para concretar los descuentos por planilla.

Seguramente que habrá algunos fondos de ahorro que ya se desactivaron, entendemos que uno de ellos es la Mutual Sanitaria de los trabajadores del Ministerio de Salud, que tuvo un poco más del 10% de la base aportante de la Derrama Magisterial, habiendo sido una verdadera estafa, porque dejaron tras de sí, a todos los cotizantes que no pudieron recuperar sus aportes.

Con todo el viento a su favor (Apoyo estatal), cualquier ave fácilmente levanta vuelo. Sin ser un experto en gestión financiera, con semejante ayuda, cualquier profesional se preciaría de hacer una buena gestión. Es entendible que la Derrama Magisterial goza de autonomía económica, administrativa y financiera, por lo tanto, no se debe de permitir la aproximación de ningún elemento perturbador, distinto a su estructura organizativa. Entonces resulta evidente que la Derrama Magisterial se ha convertido en un apetitoso botín que despierta la ambición de políticos que siempre andan a la caza de oportunidades; por lo que resulta claro que estos personajes no tienen por qué merodear sus linderos; siendo así, los dirigentes del Sutep a lo mejor sufren de extravío mental, y alucinan con aterrizar en predios eminentemente técnicos y no políticos.

El día 08-07-2022, se ha publicado el D.S. 009-2022-MINEDU, que, a juicio del gobierno, tal norma legal trata de “democratizar el Consejo Directivo de la Derrama Magisterial”, y esto no hace sino acrecentar las fricciones en las relaciones entre el MINEDU con el Sutep, al punto que el Ministro en tono desafiante le ha retado para que convoque a un paro para comprobar la cantidad de afiliados que lo apoyan. Nos preguntamos, ¿Por qué el Sutep se siente aludido con el intento de “democratizar los órganos de gobierno de la Derrama Magisterial”, si ambas instituciones son privadas y autónomas?

A nuestro entender, la solución pasa por que el Estado entienda que la Derrama Magisterial, es una institución privada, por lo tanto, no debe tener ningún tipo de injerencia en la marcha de la institución, y para que ello ocurra, se tiene que empezar por romper el “cordón umbilical” que hasta ahora los une. Por este efecto se debe dar por concluido el apoyo logístico y administrativo, que gratuitamente le vienen brindando a la Derrama Magisterial, con el procesamiento de los descuentos a más de 500 mil maestros, acción que le significará al MINEDU un importante ahorro en soles y en materiales de oficina, y listo. Entonces a llorar a la playa.

Y no sería una actitud caprichosa, por cuanto el Estado no tiene por qué oficiar de agente de retención de instituciones privadas que persiguen fines de lucro.

Al independizarse del apoyo estatal, recién se podrá hablar de la capacidad de gestión de la dirigencia de la Derrama Magisterial, porque tendrá que planificar cómo habrá de ser la captación de los aportes y la devolución de los préstamos y a la vez que recuperará su autonomía en la elección de sus órganos de gobierno.

Antes de los años 90, el Estado se encargaba de recaudar algunos derechos de los miembros de los colegios profesionales, a través del Banco de la Nación, como, por ejemplo: la “papeleta del abogado”, documento que se adhería en cada expediente, uno por cada caso; y, la “papeleta del contador”, en la declaración anual del Impuesto a la Renta, también uno por cada contribuyente. El gobierno del Sr. Fujimori, con buen tino, dispuso la eliminación de estos servicios, que a título gratuito se les brindaba a estos entes privados.

(*) CPC 06-340 – CELULAR: 922492395 / 910465099/ E-MAIL: seragur01@hotmail.com