Opinión

¿PODRÁ EL MEF ACABAR CON LAS POLÍTICAS DESTRUCTIVAS DEL SECTOR TRABAJO?

El MTPE busca colectivizar las relaciones laborales hacia constituyente

Por: Víctor Andrés Ponce (*)

Los cambios parciales en el Gabinete bajo la presidencia del Consejo de Ministros de Aníbal Torres no tienen valor alguno para la ciudadanía. Todo parece ser parte de una puesta en escena orientada a salvar al Gobierno de Pedro Castillo del naufragio general. Sin embargo, en el Ejecutivo existe la posibilidad de agregarle un factor de gobernabilidad ante el proceso de destrucción nacional actual que erosiona las instituciones, frena la economía y la inversión privada, y nos conduce a la anarquía.

¿Cuál es ese factor de gobernabilidad? Terminar con la esquizofrenia política de mantener una política laboral orientada a la asamblea constituyente y una gestión en el Ministerio de Economía y Finanzas que se ciñe a los marcos constitucionales y el respeto a los contratos. Durante los cuatro gabinetes del Gobierno de Castillo, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) ha buscado aplicar la llamada “Agenda 19”, propuesta por el Movadef y que pretende colectivizar las relaciones laborales. Es decir, organizar una legislación laboral poblada de sindicatos, federaciones por rama y por conglomerados empresariales, con el objeto de liquidar la inversión privada.

Como todos sabemos, los anuncios de la constituyente y de la nacionalización de los recursos naturales han desplomado la inversión privada. Según el BCR, la inversión privada este año crecerá cero y, si le agregamos los recientes decretos del MTPE –que eliminan la tercerización laboral, buscan empoderar a los sindicatos contra la inversión privada y flexibilizan al extremo el derecho de huelga–, entonces las cosas se ponen realmente sombrías. El 2023 la inversión no crecerá cero, sino que posiblemente se desplomará.

Es en este contexto que Kurt Burneo acaba de asumir el MEF. Si bien es un hombre de izquierda, se conoce de su apego a la disciplina fiscal. En sus primeras declaraciones habló de la relación entre inversión y empleo; y con respecto a los bonos populistas, dijo que deben seguir, pero con focalización. Algo más. Burneo ha sostenido que el Perú necesita crecer cerca del 5% para absorber la demanda de empleo de los 300,000 jóvenes que se incorporan anualmente a la economía.

Más allá de cualquier discrepancia, Burneo parece entender las claves de la economía. Parece saber que el 80% de los ingresos fiscales provienen del sector privado y más del 80% del empleo es provisto por el empresariado formal e informal.

La pregunta con respecto a Burneo, pues, es otra: ¿Estará en condiciones de terminar con la destructiva influencia que ha asumido el MTPE en el Gabinete? Los recientes decretos que eliminan la tercerización laboral y empoderan a los sindicatos contra la inversión, se promulgaron sin consultar con el Consejo Nacional de Trabajo, ignorando los tratados con la OIT, y zurrándose en la opinión de los empresarios que, como se dice, paran la olla del Perú.

La presencia de Betssy Chávez en el sector Cultura, quien en sus primeras declaraciones ratificó los mencionados decretos del MTPE, como si se tratara de obras constructivas, echa enormes sombras sobre las posibilidades de Burneo para recuperar el protagonismo que el MEF tuvo en los últimos 30 años en el país.

Siempre vale recordar que en las últimas tres décadas se ha producido el mayor proceso de inclusión social de toda nuestra historia republicana. El PBI se multiplicó por tres y se logró reducir la pobreza del 60% de la población a 20% (antes de la pandemia). Si bien el Gobierno de Castillo ha comenzado a revertir estos avances, los logros económicos y sociales son tan fuertes que todavía se mantienen.

Ojalá, entonces, que en el Gabinete surja una nueva lógica que agregue una dosis de gobernabilidad a esta situación de destrucción general.

(*) Director de El Montonero (www.elmontonero.pe)