Las mil caras de las invasiones:
Las mil caras de la medalla no es un hecho ajeno para las invasiones de Nuevo Chimbote, sino algo que está presente y latente en todo momento. Mientras la mayoría de estas invasiones ya se encuentran en pleno proceso de saneamiento y titulación, todavía quedan algunas que están haciéndole frente al fantasma del desalojo en tanto que otras han empezado a vivir la amenaza de quedar completamente aisladas.
De público conocimiento es que hace dos meses un grupo de familias invadió una extensa zona reservada para la construcción de la avenida San Antonio, que se halla frente al asentamiento humano Señor de los Milagros. Se calcula en ciento setenta el número de ranchos que se levantaron en ese lugar al que sus ocupantes bautizaron con el nombre de “Bello Amanecer”.
Ante tal situación y sin perder un minuto de su tiempo, personal de la Procuraduría municipal de Nuevo Chimbote se apersonó al lugar de los hechos y notificó a los invasores que lo que estaban haciendo era ocupar indebidamente un terreno destinado para una vía de servicio público. Paralelamente, personal de la comuna distrital se encargó de verificar que más del ochenta por ciento de los ranchos se hallaban desocupados, hecho que a su vez puso en evidencia que detrás de la invasión existían otros intereses y no precisamente la necesidad de una vivienda. Por tanto, el desalojo debía concretarse sí o sí.
Ya para entonces, a solicitud de la comuna distrital, la Gerencia de Desarrollo Urbano de la municipalidad provincial del Santa emitió el Informe N° 156-2022 mediante el cual ratifica que la zona en mención efectivamente está reservada para la construcción de una avenida y que además cuenta con una partida registral a nombre de la Superintendencia de Bienes Nacionales.
Hace dos días, y sin necesidad de acudir a ninguna medida de fuerza que no sea el mandato de la ley, personal de la comuna distrital, del Ministerio Público y de la Policía Nacional procedieron a desalojar pacíficamente el lugar, dando por solucionado el problema.
Pero otra de las caras que aparece detrás de las invasiones de Nuevo Chimbote, es la sicosis que han empezado a vivir los moradores de los asentamientos humanos que se hallan a ambos lados de la Vía de Evitamiento, ante el temor de quedar aislados los unos con los otros.
Conforme lo han dado a conocer los moradores, el proyecto de la vía de Evitamiento no ha contemplado que ésta atraviesa una zona densamente poblada y otra eminentemente agrícola. De haberlo hecho, la construcción de esta vía de alta velocidad hubiera previsto la construcción de pases a desnivel, puentes peatonales, semáforos y rompemuelles a tramos realmente accesibles.
Según han manifestado los quejosos, el proyecto solamente contempla la implementación de uno de estos accesos a la altura del kilómetro 4 y otro en el kilómetro 12, es decir separados por una distancia de 8 kilómetros, que es imposible de concebir en circunstancias como ésta.
Asimismo, los moradores han referido que tanto ellos como los agricultores mantienen una interconexión preexistente con centros de abasto, colegios, centros de salud y servicios de abastecimiento de agua, que la vía de Evitamiento amenaza con interrumpir definitivamente. Como lo han hecho notar a manera de llamado de atención, si esto llegase a concretarse la vía de evitamiento podría convertirse para ellos en una “vía de aislamiento”.