Se sienten desprotegidos:
La ronda vecinal del pueblo joven “Tres de Octubre” en Nuevo Chimbote, viene obteniendo importantes logros en su misión de erradicar la venta de drogas en el sector conocido como Cerro la Cruz, pero los comercializadores de estupefacientes no les perdonan haber chocado con su ilícito negocio y los han amenazado de muerte.
Estas amenazas reflejan el impacto de los logros que los ronderos vienen logrando, sin embargo, sienten estar desprotegidos por la Policía y serenazgo que casi nunca efectúan rondas por el lugar en apoyo a su voluntaria labor cívica contra la delincuencia.
Esa muestra de abandono lo sintieron la noche del jueves último en que habían intervenido mediante la modalidad del arresto ciudadano a un sujeto apodado “Perrito”, en posesión de droga a quien lo sindican de vender en el lugar. Cuando lo llevaron a entregar a la comisaría de Villa María, aquí les dijeron que no tenía requisitoria y lo soltaron.
Los ronderos dijeron haberse sentido defraudados de la autoridad policial y se retiraron. Posteriormente, han sido amenazados por el mismo “Perrito” lo que no los amilana para seguir en su labor de limpiar las calles de “Tres de Octubre” de drogadictos y de vendedores de drogas.
De todos modos, en previsión de algún atentado que puedan ser víctimas recurrieron a la Subprefectura de Nuevo Chimbote a solicitar garantías para sus vidas. La solicitud está dirigida en contra del alias “Perrito”.
“Creemos que todos tenemos la obligación moral de enfrentar el delito de la venta de drogas para evitar que más jóvenes caigan en el consumo y se pierdan. Ahora sabemos por los medios de comunicación que hasta usan a menores colegiales para vender droga en los colegios, entonces todos debemos asumir una responsabilidad para con nuestros hijos”, dijeron los ronderos invitando a los padres de familia a crear rondas o brigadas antidrogas.
La noche de ayer viernes los ronderos de “Tres de Octubre”, de la zona cercana al Cerro la Cruz volvieron a armarse de valor y salieron a vigilar las calles para alejar tan nocivo negocio de las drogas que acecha insistentemente a sus hijos.