Por: Miguel Rodríguez Liñán (*)
¡Tremenda y agradable sorpresa esta recientísima atribución del Premio Nobel de Literatura! ¡La tan codiciada Copa Nobel cae en manos de la novelista gala Annie Ernaux, quien ya casi la esgrime!
Como la mayoría de apostadores ingleses, esos que en Londres juegan sumas considerables, y a veces exhorbitantes, para determinar quién ganará la Copa Mundial de fútbol, o recibirá el Nobel de literatura u otros premios prestigiosos por el estilo, del deporte y de las artes, yo pensaba y deseaba que se lo dieran a Michel Houellebecq, pero no, nones Michel, nelly, naca la pirinaca, sigue escribiendo magistralmente, otra vez será, por ahora el Nobel Prize es para la constante Annie Ernaux, que yo sólo conocía de nombre y de pura chiripa, ya contaré después el cómo y el cuándo.
La verdad, con motivo de mis estudios actuales, más enterado estoy de la pasada existencia de Pepino el Breve, de su hijo Carlomagno, de su nieto Luis primero el Pío, y de sus bisnietos, Carlos el Calvo, Luis el Germánico y Lotario primero, que de la gran Annie, mañana mismo salgo en busca de algún libro suyo, que devoraré pase lo que pase.
Para mí, esta muy merecida recompensa es, también, para la tradición de las bellas letras en lengua francesa, para las Galias, pues. No en vano tienen las Galias 16 atribuciones de la Copa Nobel, considerando el rechazo satánico de Jean-Paul Sartre en 1964.
Annie Ernaux nace el primero de setiembre de 1940 (82 añitos contantes y sonantes) en Lillebonne, departamento Sena Marítima, en Normandía. Estudia en la universidad de Rouen-Normandía y también en la universiad de Burdeos. Entre las prestigiosas distinciones figuran, entre otras (gracias, Wikipedia) el Prix Renaudot (1984), el Prix Marguerite Duras (2008), el Prix François Mauriac, el Prix de la langue française el mismo año, año de Gracia, del 2008, después el Prix Marguerite Yourcenar (2017) y la flamante Copa Nobel, que es el Fénix de los pemios. Sus obras principales son:
Los armarios vacíos (1974)
La Plaza (1983)
Pasión simple (1992)
La vergüenza (1997)
La Ocupación (2002)
Los años (2008)
Su obra es esencialmente autobiográfica y mantiene estrechos lazos con la sociología, resume la enciclopedia.
Leyendo por primera vez a notre chère Annie, me doy cuenta que es fácilmente traducible, el conjunto es simple, las frases aparecen exentas de cualquier tipo de complicación, de doble sentido etc. en fin, todo lo contrario de un Alain Robbe-Grillet por ejemplo. Veamos, teniendo en cuenta que es preciso ubicar el fragmento en la totalidad de la obra.
« Nous sommes entrés dans un pub, rue Monsieur le Prince.
Entramos en un pub de la calle Monsieur le Prince.
Je n’étais plus sûre de vouloir faire l’amour avec lui
No estaba segura de querer hacer el amor con él
Après avoir désiré pendant plusieurs semaines l’évolution de notre relation
Después de haber deseado durante varias semanas la evolución de nuestra relación
Il était assis en face de moi et me regardait parler
Estaba sentado frente a mí y me miraba hablar
Aux tables voisines –basses, avec des tabourets – il y avait
En las mesas vecinas –bajas, con taburetes –había
Groupes de garçons et de filles
Grupos de chicos y chicas
La serveuse en mini-jupe noire passait et repassait près de nous
La camarera en minifalda negra pasaba una y otra vez cerca de nosotros
Il buvait un coktail alcoolisé, moi un aux fruits
El bebía un cóctel alcoholizado, yo uno de frutas
C’était un moment où tous les détails autour de soi semblent
Era un momento cuando todos los detalles a nuestro alrededor parecen
Avoir un sens parce que rien n’a encore eu lieu, n’aura peut-être pas lieu
Tener un sentido, porque todavía no ha pasado nada, o quizá no pasará nada
A la sortie du pub, je lui ai proposé de venir chez moi boire
A la salida del pub le propuse venir a mi casa para tomar
Un autre verre. Il a accepté aussitôt. »
Otra copa. El aceptó de inmediato. (Fragmentos en torno a Philippe V.)
Doy un gran salto en el espacio tiempo para ilustrar lo que quiero decir y que no sé cómo decir… ¿El año? Muy probablemente el 92, cuando estaba solito y solo en el emblemático studio de la rue Manuel en Aix-en-Provence… Estoy con amigos, almorzando y bebiendo… No recuerdo el motivo, pero resulta que les estoy, ahora, mostrando una colección de estatuas sobre la tauromaquia que Picasso realiza con sillines y timones de bicicletas de carrera… Picasso produce cabezas de toro con esos elementos, y uno de mis patas, divertido, dice casi gritando : « ¡Eso lo hace cualquiera! »… ¿Cualquiera? Claro que sí, pero es preciso hacerlo, como en las simples y desnudas frases de Annie, que vienen de lejos… ¿El año? 842 después de Cristo… ¿Los documentos a los que hago alusión? Los juramentos de Estrasburgo, que son de alianza militar, pronunciados en lengua romana y germánica… ¿Qué día, exactamete? El 14 de febrero, pronunciados por los nietos de Carolus Magno, también conocido como Carlomagno, Carlos el Calvo y Luis el Germánico, hijos de Luis primero el Pío, contra el primogénito Lotario primero, que pretende al trono vacante… Este documento, como está escrito en lengua romana, es considerado como la partida de nacimiento de la lengua francesa… La lengua romana o galorromana es una de las lenguas originadas por el latín vulgar, que se convertirá, paulatinamente con el paso de los siglos, en el francés de Chrétien de Troyes, en el francés de François Villon, luego en el francés de Ronsard y Rabelais, luego en el francés del siglo 17, 18, 19, 20 y hasta el santo día de hoy, salpimentado de jerga y palabras en inglés cualquier cantidad… Respecto del fragmento leído, mis respetos, me saco el sombrero… Como Albert Camus en El extranjero, o en La caída, Annie practica un estilo directo desprovisto de fintas, esa es su riqueza, en fin, desprovisto de todo, un estilo por así decirlo neutro pero purísimo gramaticalmete hablando, que por momentos impacta y remueve… Es el genio de la lengua, ese que viene de lejos.
Como hace algunos años el suscrito suscribía a la revista trimestral l’Infini, en el número 56 (invierno del 96) descubrí a Annie y el pobre monstruo de mi ego la ningunió, por eso del estilo. Pero si Philippe Sollers, genio no nobelizable, la acepta y promueve, con toda justicia y sin chistar Annie merece la Copa Nobel, por mérito personal y por ser Francia el país más literario de todo el planeta… ¡Las Galias! ¡Las Galias célticas! ¡Las Galias romanas! ¡Las Galias cristianas! ¡Las invasiones bárbaras! ¡Los merovingios! ¡Los carolingios! ¡Los capetianos! ¡Les Valois! ¡Los borbones! ¡Tristan e Isolda! ¡La novela de la Rosa! ¡Chrétien de Troyes! ¡Toda la poesía desde Jean de Meung hasta Christian Prigent! ¡Toda la literatura desde la Canción de Rolando hasta Philippe Sollers! ¡Tres hurras por Annie Ernaux! ¡Tres hurras por la lengua francesa y por Francia! ¡Champagne Dom Perignon! ¡Salud por eso!
(*) Escritor y Poeta radicado en Francia.