Editorial

UNA MOCHILA BASTANTE PESADA

Herencia municipal:

En declaraciones que publicó ayer el Diario de Chimbote, el nuevo gerente de Seguridad Ciudadana de la municipalidad distrital de Nuevo Chimbote, mayor PNP(r) Edwin Carranza Huaroto, lamentó que diez motocicletas y cinco camionetas  recién adquiridas para potenciar el servicio de Serenazgo, permanezcan estacionadas y  no puedan ser utilizadas.

Pero esta situación no se debe a fallas mecánicas como podría suponerse, sino más bien a un gran descuido de carácter administrativo; es decir una falla humana. La gestión del ex alcalde Domingo Caldas Egúzquiza, encargada de llevar a  cabo la adquisición de estas unidades, no se sabe porque motivo no ha cumplido con solicitar a su debido tiempo el Seguro Contra Accidentes de Tránsito (SOAT) para estos vehículos.

Como es lógico, mientras las motocicletas  y las camionetas no cuenten con este indispensable documento, es imposible que puedan salir a la circulación. Tendrán que mantenerse estacionadas y  prácticamente de adorno, perdiéndose de esa manera un valioso tiempo en la lucha contra la criminalidad.

Realmente no se concibe que, con todas las facilidades que ahora brinda el sistema digital reduciendo  al mínimo la duración de todo trámite, los funcionarios de la gestión municipal saliente no hayan gestionado el SOAT  para estas unidades que están  llamadas a prestar un valioso servicio de protección a la comunidad. Eso, por supuesto, debe ser motivo de singular alegría para los delincuentes. Cuanto más demore la obtención del SOAT, mucho mejor para ellos.

Esta situación  ha vuelto a poner de manifiesto una mala costumbre que ya es común cada vez que se produce un relevo de alcaldes. La autoridad saliente suele dejar en manos de la autoridad entrante una sarta de bombas de tiempo, cuidadosamente programadas. De ese modo satisface el afán subalterno de arruinar el debut de su sucesor, sin importarle que a quien más daño hace con esa actitud es a la comunidad.

Precisamente la falta de seguridad ciudadana es uno de los talones de Aquiles de los que padece al distrito de Nuevo Chimbote. En más de una oportunidad los vecinos se han visto obligados  a salir a las calles para exigir una mayor seguridad y una lucha más sostenida y efectiva contra la delincuencia. Más de los días, niños y niñas sufren el arrebato de sus equipos celulares en plena vía pública, en tanto que el robo a domicilio, a cualquier hora del día o de la noche, ya parece haberse convertido en una rutina más.

Desde estas líneas compartimos la preocupación del nuevo jefe de seguridad ciudadana de Nuevo Chimbote y, como todos los vecinos del distrito, deseamos fervientemente que las motocicletas y las camionetas salgan lo antes posible a prestar el servicio para el que fueron adquiridas.