Editorial

TODO PARECE ESTAR LIBERTEÑAMENTE CALCULADO

Aguas del río Santa:

Sin tomarse la molestia de brindar ninguna explicación a la población ancashina y en vísperas de dar por concluido su mandato, el ex gobernador  regional de Ancash Henry Borja Cruzado y su homologo de la Región La Libertad, Manuel Llempén Coronel,  suscribieron no se sabe si en Trujillo o en Huaraz un  documento denominado  Convenio Específico de Cooperación Institucional. De acuerdo con los términos del referido documento, el  meollo del asunto es la instalación del Consejo de Cuenca Interregional Ancash-La Libertad, cuya razón de ser, para decirlo con todas sus letras y sin ambages, no es otra que el reparto supuestamente racional y equitativo de las aguas del río Santa; un recurso natural que nace, discurre y desemboca en suelo ancashino.

En un pronunciamiento difundido este lunes, el Consejo Directivo de la Junta de Usuarios de la Irrigadora Chimbote (IRCHIM), advierte a la opinión pública que mediante este convenio lo que en realidad se pretende es favorecer  única y exclusivamente al proyecto liberteño Chavimochic. Sin necesidad de apelar al derecho de la duda, sería inaceptable que mediante la firma de este convenio el gobierno regional de Ancash resulte avalando semejante despropósito, conculcando de antemano la soberanía ancashina.

Pues a todas luces, el convenio serviría más para  legitimar una serie de hechos extraños pero bien calculados que han venido sucediendo de un tiempo a esta parte y que coinciden con la aprobación de los estudios de factibilidad para la ejecución de la tercera etapa del proyecto de irrigación Chavimochic, que como sabemos se prolonga hasta la zona de Chicama. Es de suponer que para lograr esta aprobación, el proyecto liberteño ha necesitado demostrar la capacidad hidráulica para incorporar 35 mil nuevas hectáreas de cultivo al sistema de riego permanente y en este caso específico eso solo puede ser posible con la captación de un mayor volumen de las aguas del río Santa.

Como se recuerda, hace un año los dirigentes de IRCHIM denunciaron  la construcción de un dique de concreto en pleno cauce del río Santa cuya finalidad es justamente asegurar por adelantado esa mayor captación. Pero a pesar que el proyecto Chavimochic ejecutó esta construcción  en forma unilateral e inconsulta, extrañamente ni la Autoridad Nacional del Agua ni mucho menos el gobierno regional de Ancash, se han pronunciado hasta el momento. Ha pasado un año y todo parece indicar que cualquiera puede disponer de este patrimonio natural de Ancash sin que nadie diga nada.

En ese afán de acaparamiento, técnicos del proyecto liberteño han llegado al extremo de sugerir el desembalse de la hermosa laguna Parón, uno de los principales atractivos turísticos de Ancash, según lo han expresado, para aumentar el caudal en río Santa durante los meses de estiaje.

Fue también hace un año cuando el gobierno regional de Ancash a través de Chinecas convocó una mesa de trabajo con representantes de los agricultores del valle de Santa para definir los trabajos de  mantenimiento y ampliación del sistema de irrigación de este distrito de riego. Pero la cita se suspendió abruptamente cuando los dirigentes de los agricultores optaron por retirarse  al advertir la presencia de un asesor enviado por el gobernador regional de Ancash, Henry Borja Cruzado, quien al mismo tiempo se desempeñaba como servidor  de Chavimochic. Quisieron poner al gato de despensero.

Eso, por supuesto, no es nada nuevo.  Hace cuatro años el entonces gerente de Chinecas, Ing.  Edilberto Ñique Alarcón, convocó a los invasores de las 308 y 217 hectáreas de propiedad de Chinecas, pero no lo hizo para exigirles que desocupen las tierras invadidas, como era su obligación, sino más bien para garantizarles que podían seguir en posesión de ellas. Meses después, el Ing. Ñique Alarcón retornó a su puesto original de gerente general de Chavimochic. Hechos como éste, abonan la temeraria  premisa “Chinecas no va”.

Como para poner la cereza en la torta, ha trascendido que el convenio entre Ancash y La Libertad habría sido promovido por el ex jefe de la Autoridad Nacional del Agua, Ing. Carlos Pagador Moya, quien precisamente acaba de ser nombrado gerente del proyecto Chavimochic. Todo parece estar liberteñamente calculado.

Como lo han hecho notar los dirigentes de IRCHIM, es de esperar que el nuevo gobernador de Ancash, el señor Fabián Noriega Brito, revise los términos del convenio suscrito por su antecesor y, de ser posible, evalúe la posibilidad de desconocerlo ya que resulta lesivo para nuestra región. Para eso, desde luego, necesita hacerse asesorar correctamente y ponerse muy bien la camiseta de Ancash. Esperemos que así sea.