Editorial

A LOS INVASORES DE CHINECAS NO SE MIDE CON LA MISMA VARA

El Juzgado Penal Unipersonal de Casma acaba de sentenciar con cinco años de cárcel y el pago de una reparación civil de dos mil soles, a un empresario que invadió once hectáreas de propiedad del proyecto especial Chinecas en la zona conocida como playa Las Gemelas del puerto de Casma. Como lo dispone el Código Procesal Penal, para que se ejecute la sentencia ésta deberá ser confirmada en segunda y última instancia,  pero no por eso deja de sentar un buen precedente. Que sepamos, nunca antes el Poder Judicial ha sentenciado a uno solo de los centenares de invasores que en forma conjunta se han apoderado ilegalmente de más de 5 mil hectáreas de las tierras de Chinecas.

Por tanto, la pregunta que se cae de madura es ¿por qué entonces el Ministerio Público y el Poder Judicial no miden a todos con la misma vara?. ¿Hasta cuándo se va a permitir que, sin pagar un solo centavo,  centenares de invasores usufructúen  estas tierras donde el estado ha realizado una inversión y donde la única manera de acceder a ellas es a través de una subasta pública?. ¡Qué lástima que ya se haya convertido en  un folklore pintoresco y hasta risible, el retiro  cotidiano de sifones, mangueras y motobombas que estos invasores  utilizan para sustraer el agua de los canales de Chinecas!. Más tardan los funcionarios del proyecto irrigador en decomisar estos implementos y destruir puentes peatonales y vehiculares, que los invasores en volver a reponerlo todo.

Conforme ha quedado penalmente probado, la invasión de las tierras de Chinecas  constituye un delito contra el patrimonio del Estado en la modalidad de usurpación agravada, se paga con prisión efectiva. Nada de eso sin embargo ha sido motivo de observancia  con todas las demás invasiones de las que ha sido objeto el proyecto de irrigación a todo lo largo de su historia.

Primero fue la ingenua entrega de cinco hectáreas  por cabeza a favor de los licenciados de las fuerzas armadas. Sabido es que tal derecho asiste a estas personas únicamente cuando se trata de tierras eriazas, más no en proyectos de irrigación nacional.

Pero como quiera el pedido de los licenciados fue aceptado sin mediar la menor atingencia, no tardaron en reclamar igual derecho numerosas asociaciones de  campesinos sin tierra, que luego traspasaban las tierras a terceras personas. Un negocio redondo y al instante.

Enterados del asunto, los dirigentes de la institución fantasmagórica conocida como comunidad de indígenas de Chimbote y Coishco, se sumaron de inmediato al negocio. Reclamando ser los legítimos dueños de las tierras de Chinecas, empezaron a vender parcelas al mejor postor, sin que los funcionarios del proyecto interpusieran ninguna acción legal. Hasta ahora nadie sabe a dónde va a parar el dinero que se obtiene por este negocio ilegal.

En medio de semejante desbarajuste, el 19 de junio del 2007, a insistencia del ex presidente regional César Álvarez Aguilar, el presidente de la república Alan García Pérez dispuso la transferencia de Chinecas, de manos del INADE  a manos  del Gobierno Regional de Ancash. Lo que nadie advirtió en ese momento, era que lo que realmente  quería Alan García era deshacerse de Chinecas para centrar la atención del gobierno central en el avance del proyecto de sus amores, Chavimochic.  Lo que vino a continuación ya es historia conocida.

Como mandamás de Chinecas y a fin de ganarse las preferencias  en plena campaña de reelección,  el 2011 César Álvarez Aguilar no tuvo mejor idea que disponer la invasión de 308 hectáreas de Chinecas con fines de vivienda. Exactamente lo mismo hizo con otras 550 hectáreas situadas en la zona Camino Real de Casma.  Y para no quedarse atrás, el ex alcalde de Nuevo Chimbote, Valentín Fernández Bazán, se salió con el gusto de promover la invasión de otras 217 hectáreas, haciendo de Chinecas el más grande paraíso de las invasiones. ¿De qué desarrollo regional podemos hablar ante tales circunstancia?.

Es de esperar por eso que, tras la sentencia dictada contra el empresario de la playa Las Gemelas, venga otras más. Tal parece que asumir la defensa de Chinecas es poner las manos al fuego.  Debe ser por eso que, a treintaisiete días de haber asumido el cargo, la nueva gestión del gobierno regional habla y comenta de todo, menos de Chinecas.  Ya es tiempo de medir a todos con la misma vara.