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EMERGENCIA

Según SENAMHI, el ciclón YAKU ha comenzado a alejarse de la costa, pero las secuelas de lo que sigue dejando en camino son en realidad dificilísimas y, además, aun nos va a dejar, quizás por un par de semanas más, esa sensación extrema que no es habitual en nuestra costa, por lo menos en la central, respecto al sofocante calor existente en la ciudad, que obliga a cambios de costumbres y con las lluvias fuertes que se han presentado en la zona norte, desde Tumbes hasta La Libertad y en la zona Sierra de Ancash, donde se han producido los deslizamientos y huaycos, ha conllevado a decretar esa emergencia, que ya la vivimos en el 2017 y que ahora nuevamente apareció. Aquí es importante señalar que aún no estamos fuera de peligro, por el contario, se debe mantener la expectativa porque esas lluvias se pueden producir en cualquier momento, a pesar que YAKU pueda estar moviéndose hacia el océano, pero esas bajas presiones que genera, impide la llegada de los anticiclones, que son los vientos que permiten tener una sensación térmica distinta a la de ahora. Solo esperar que estas semanas pasen.

PUENTE SECHIN

Lamentamos de veras los huaycos que se han producido en la provincia de Casma, y que han generado primero,  la interrupción de la Panamericana Norte en el Puente Sechín, y posteriormente, el ingreso del agua y lodo hasta la mismísima Plaza de Armas de dicha ciudad. En los actuales momentos el tránsito está detenido a ambos lados del puente y si agregamos a ello la sensación térmica, lógicamente que el panorama es complicadísimo y difícil. El domingo, la ministra Lazarte dijo que en tres días el puente estaba operativo. Todos esperan que cumpla su palabra, los técnicos le dijeron que eso iba a ocurrir, ya pasaron las primeras 24 horas, estamos pasando las segundas 48, y el miércoles esperamos que el tránsito vuelva a fluir en ambos lados. Lo que viene ahora es el análisis de lo que ha sucedido, porque la carretera se interrumpe, porque el badén que realizó la empresa contratista del concesionario era muy bajo, y la crecida del río con piedras, lodo y madera fue tal que hizo una represa y comenzó a desbordar el agua rumbo a la ciudad. Es en esas circunstancias que tuvieron que romper ese badén para que el agua vaya rumbo al mar, y al romperse ese badén ya no hubo pase en la Panamericana porque el puente está en construcción. La pregunta que nos hacemos todos es: ¿por qué se tuvo que construir un puente en estas épocas? Esa es la responsabilidad que tienen que pagar la empresa concesionaria. Pudo haber empezado en junio del año pasado y a estas alturas no habría problemas, pero empezaron hace unos días atrás, en época de lluvias y hoy se sufren los problemas.

NO HUBO PREVENCIÓN

En el tema de la prevención tiene mucho que ver la Autoridad de Reconstrucción con Cambios porque son ellos los que deben haber realizado las defensas ribereñas de estos ríos complicados. Si en el 2017 este puente colapsó, ¿Cómo puede ser posible que hayan pasado seis años y no lo han repuesto?, es un puente provisional y empezaron a construirlo por parte del concesionario hace unas semanas atrás. Reconstrucción con Cambios debió hacerse cargo de las defensas ribereñas, porque estamos plenamente convencidos qué con ellas, y teniendo un puente en buenas condiciones, el tránsito en la Panamericana no estaría interrumpido. En algún momento, en declaraciones a periodistas, el gobernador regional manifestó que existe responsabilidad compartida y tiene razón, porque debe tener en cuenta que algo similar pasó hace seis años y hoy, nuevamente, ocurrió lo mismo. No sabemos qué puede pasar si mañana miércoles, día que se cumple el plazo que otorgó la ministra, el tránsito seguirá cerrado. Por ahora solo es transbordo, las personas pasan por puentes peatonales en ida y vuelta y lo que se vive a ambos lados de la carretera es un verdadero infierno, pues las elevadas temperaturas generan que los muchos productos perecibles que tienen los camiones y tráileres, a estas alturas ya están malogrados, así como el día sábado se murieron los pollos de un camión que estaba estacionado antes de la interrupción de sur a norte.