Editorial

EL ROSTRO FEMENINO DE LA SOLIDARIDAD

Lo que nos muestra la emergencia:

Anjelina Rosales Reyes es una humilde mujer casmeña, de 50 años bien vividos,  que se gana la vida vendiendo desayuno en una de las calles de la Ciudad del Eterno Sol. Todos los días ella atiende a una numerosa clientela de gente trabajadora que disfruta de sus exquisitas cachangas además de bebidas nutrientes y sánguches  para todos los gustos.  Pero luego de terminar con la venta de desayuno, Anjelina no regresa a su casa a disfrutar de un merecido descanso. Con más energías que una jovencita de 18, ella empalma una nueva jornada laboral, esta vez como mototaxista en el vehículo de su propiedad. Una mujer emprendedora por partida doble.

La noche de la lluvia torrencial, y a pesar de toda la fortaleza y el corazón valiente que posee, Anjelina no pudo soportar cuando vio que un buen número de sus vecinos del A.H. Santa Rosa sufrieron la destrucción de sus viviendas y al día siguiente no tenían nada para llevar a la boca. Sin pensarlo dos veces, Anjelina preparó cien raciones de desayuno, con cachangas y sánguches incluidos,  pero no para salir a venderlas sino para repartirlas entre sus vecinos, entre los que habían muchos niños y ancianos.

Dos días después, y en vista que la ayuda humanitaria demoraba en llegar, Anjelina distribuyó cien raciones más porque nadie mejor que ella sabe lo que es pasar hambre y necesidad. El mayor mérito de este acto de solidaridad es que Anjelina lo ha compartido con los miembros de su familia. Eso se llama sembrar amor.

En otro acto que también es digno de todo reconocimiento, las damas que conforman la asociación “Sagrados Corazones” distribuyó bolsas de víveres a los pobladores que residen en los lugares más apartados de los distritos de Macate, Moro y Cáceres del Perú. Las bolsas contienen arroz, avena, leche, azúcar, agua, conservas de pescado y otros alimentos no perecibles.

Debido a la interrupción que han sufrido las carreteras de acceso a estos apartados lugares, la ayuda humanitaria solo ha podido llegar a través de los helicópteros que ha puesto a disposición el gobierno central.

Presidida por la señora Elena Suárez de Muro, la asociación “Sagrados Corazones” fue fundada por el recordado sacerdote Bertino Otárola y está conformada por damas que residen en la urbanización Buenos Aires de Nuevo Chimbote. Normalmente, ellas prestan ayuda humanitaria a los enfermos internados en el hospital Regional y que deben ser referidos a otros hospitales de Lima o Trujillo. En casos de emergencia como la lluvia torrencial del lunes 13, también tuvieron que redoblar esfuerzos.

Por más de una razón es bueno saber, y reconocer al mismo tiempo, que en casos de emergencia la solidaridad tiene rostro femenino.