Editorial

10 AÑOS Y 8 MILLONES PERDIDOS INÚTILMENTE

Hospital La Caleta:

La única manera de hablar seriamente y con propiedad acerca de la construcción del nuevo hospital La Caleta, no es otra que dejando de lado todo lo que se dijo y todo lo que se ha hecho en nombre de este proyecto  a lo largo de los últimos diez años. Como lo acaba de reconocer públicamente el gerente del gobierno regional de Ancash, Walter Sandoval Baltazar, la única manera de hacer factible la construcción del nuevo hospital La Caleta es volver a fojas cero y empezar de nuevo. Así de simple.

Desde el 2013, cuando la gestión del ex gobernador César Álvarez Aguilar inició en forma improvisada y sin sustento técnico la fallida construcción del nuevo hospital La Caleta,  todo ha sido solamente palabras y poses para la foto. Nada más. Sin embargo,  esta parodia de gestión pública ha significado el gasto de  8 millones de soles en estudio de factibilidad, elaboración de un expediente técnico y realización de trámites que finalmente nunca sirvieron para nada y el arbitraje que el gobierno regional se dejó ganar por parte de la empresa ejecutora, a pesar que ésta no ha tirado una sola palanada ni ha colocado un solo ladrillo. Diez años y 8 millones de soles perdidos inútilmente.

En la época que  ocurrieron estos hechos, en el gobierno regional reinaba la politiquería y todo estaba permitido. Desde paralizar una obra, hasta ampliar plazos y presupuestos a discreción. Era el reino de los dueños de la verdad, aquellos que hicieron de la frivolidad y el despilfarro una nueva forma de gestión pública. Los fines de semana era común ver a los jerarcas del gobierno regional,  congresistas aliados y asiduos visitantes de La Centralita, disfrutar de alegres almuerzos, con todo pagado, en los restaurantes campestres de La Campiña. Mientras se brindaba a la salud de los presentes, la salud de la población era lo que menos importaba.

Pero así como se ha perdido 10 años y 8 millones de soles inútilmente, es evidente que el gobierno regional también ha perdido credibilidad y autoridad moral. Dentro de dos semanas, el hospital La Caleta va a celebrar el 76° aniversario de fundación en peores condiciones que cuando fue construido en mayo de 1947.

Lo que ha dicho al respecto el gerente regional podría ser un mea culpa ajeno, pero al mismo tiempo es una gran verdad por donde quiera que se le mire. Ni el estudio de factibilidad, ni el expediente técnico, ni los avances relacionados con la compra del terreno del Dos de Mayo, pueden servir como para garantizar que el proyecto del nuevo hospital La Caleta continúe adelante. Con mayor razón cuando se ha dado a conocer hace unos días que una parte del terreno del Dos de Mayo pertenece a una concesión minera.

Ante tanta controversia,  es mejor cortar por lo sano. Dejar atrás el pasado y empezar de nuevo. No se puede volver a tropezar de nuevo con la misma piedra.