Editorial

¿UN EX ALCALDE QUE NO APRENDE LA LECCIÓN?

Pedro Carranza:

La Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia del Santa, ratificó anteayer  la sentencia  condenatoria contra el ex alcalde de Nepeña Pedro Carranza López, por  el delito de falsedad genérica en agravio del Jurado Nacional de Elecciones al haber consignado información  falsa en su hoja de vida. En este documento, que tiene carácter  de declaración  jurada, la ex autoridad edil declaró haber concluido los estudios de nivel primario, afirmación cuya falsedad las autoridades judiciales se encargaron de poner en claro.

Por este delito de falsedad, Pedro Carranza López fue sentenciado en primera instancia por el  Segundo Juzgado Personal Unipersonal de la Corte del Santa, a un año y seis meses  de prisión suspendida y  al pago de una reparación civil de 7 mil soles a favor del estado. Ahora, tras la ratificación de la condena en segunda instancia, aún le queda una última posibilidad ante la Corte Suprema de Justicia.

Desde el punto de vista extra judicial, Carranza López no tenía la menor necesidad de incurrir en semejante despropósito. Que haya o no haya concluido la primaria, es algo que nada tiene que ver, ni con su elección ni con su gestión como autoridad edil. El cargo de alcalde es político y, como tal,  no  exige la acreditación de  un determinado nivel académico; ni tampoco acreditar experiencia en gestión pública. En todo caso, lo único que se puede exigir en estas circunstancias, y sobre todo para tener autoridad moral, es honestidad y, al parecer, eso es lo que precisamente  le habría faltado al ex burgomaestre de Nepeña.

Pero eso no es todo. Carranza López  también enfrenta otra denuncia como ex autoridad edil, por haber nombrado indebidamente a un funcionario que no reunía el perfil profesional para el cargo que le fue asignado. Como se sabe, este es un delito contra la administración pública cuya responsabilidad alcanza por igual, tanto  a la autoridad que dispone el nombramiento como al funcionario que lo acepta.

Ahí no queda todo. Si las cosas que están sucediendo con la construcción del hospital San Jacinto llegan a ventilarse como manda la ley, es posible que Pedro Carranza López tenga que afrontar  otra situación similar. En agosto del año pasado, la Contraloría General de la República  advirtió a la municipalidad distrital de Nepeña, en su calidad de unidad ejecutora, que el expediente técnico de la obra consignaba la presencia de una tubería de desagüe público bajo el terreno destinado para la ejecución de la obra.

A pesar de la advertencia, en octubre del año pasado, a menos de tres meses de dejar al cargo, Carranza López licitó y adjudicó la obra, valorizada en 53 millones de soles. En este momento la construcción del hospital se encuentra paralizada, no solo debido a la presencia de la tubería de desagüe, sino también porque de los 6,500 metros cuadrados del terreno asignado para el hospital, sólo 5,000 están debidamente saneados física y legalmente, faltando hacer lo propio con los 1,500 metros testantes. ¿Cómo se pudo iniciar una obra pública con estas irregularidades?

Como se puede ver,  existe en la actuación de algunas autoridades de la zona una falta de cultura política y una irresistible tendencia a ocultar la verdad. No obstante que algunas de estas autoridades han ido a parar a la cárcel por incurrir en esta clase de delitos, todo parece indicar que nadie quiere aprender la lección.