Editorial

¿POR FIN EN BUENAS MANOS?

Chinecas:

Si todo sale conforme se ha anunciado, es posible que, después de 35 años de encontrarse paralizado,  el proyecto de irrigación Chinecas  pueda convertirse por fin en una grata realidad. El convenio que acaban de suscribir el gobierno regional de Ancash y la agencia estatal Proinversión, se propone no solamente elaborar el estudio definitivo  de pre inversión sino también diseñar y conducir el proceso de subasta de las tierras de Chinecas, tal como sucede en los demás proyectos nacionales de irrigación. Esto podría significar el fin  de una época y el comienzo de otra.

Si esta decisión gubernamental se hubiera adoptado desde un primer momento, no se habría perdido tanto tiempo y tanto dinero inútilmente. A estas alturas Chinecas sería a no dudarlo un gran emporio de la actividad agroexportadora y no un ente burocrático e improductivo, mantenido por el estado.

Cuando fue creado en la década de 1980, Chinecas formaba parte de un mismo proyecto con Chavimochic. De acuerdo con el proyecto original, aprobado por el gobierno de Fernando Belaunde Terry, ambos proyectos iban a compartir una bocatoma única, un mismo reservorio  y una misma central hidroeléctrica. Fue sin embargo la discriminación  a nivel de voluntad política la que inclinó la balanza en contra de Chinecas y a favor de Chavimochic. Los resultados de este ingrato y desleal favoritismo, es una historia ampliamente conocida que ya no tiene ningún sentido traer a la memoria. ¿Qué sentido tiene llorar sobre leche derramada?

Ello no obstante, la desgracia de Chinecas fue sellada el fatídico 19 de junio del 2007, hace 16 años, cuando el gobierno de Alan García Pérez transfirió el proyecto de irrigación a manos del gobierno regional de Ancash, con la misma actitud de quien se deshace de una carga pesada.

Bajo la conducción de César Álvarez Aguilar, Chinecas no solo se mantuvo entrampado, atado de pies y manos, sino también fue visto como un botín. Nunca como antes, la corrupción y las invasiones hicieron de este proyecto el plato favorito para toda clase de apetitos políticos.  Fue como poner en las fauces de un lobo a la gallina de los huevos de oro.

Es de esperar, por tanto, que el convenio que acaban de firmar el gobierno regional de Ancash y Proinversión ponga fin a esta historia. En cumplimiento de este documento, el gobierno regional deberá poner a disposición de Proinversión  toda la información técnica y legal acerca de la situación en la que se encuentra el proyecto. De igual manera, el ente regional se compromete a asegurar la disponibilidad de las tierras, entendiéndose que éstas tienen que estar debidamente saneadas, física y legalmente.

Por su parte, Proinversión pondrá a disposición los recursos humanos y materiales que sean necesarios para elaborar el estudio de pre inversión, y finalmente conducir, en coordinación con el gobierno regional,  el proceso de subasta  pública de las tierras.

La gran pregunta que aún queda pendiente es ¿en qué situación quedarán las miles de hectáreas de propiedad de Chinecas que actualmente  se hallan invadidas o en poder de posesionarios informales? .  Eso también tendrá que ser contemplado por el convenio si es que realmente queremos que el proyecto caiga en buenas manos.