Ocupación de espacios públicos:
Una de las tantas cosas insólitas que suelen ocurrir por estos lares, es la ocupación ilegal de un espacio público por parte del conocido restaurant “Rico Chimbote” que se ubica en la urbanización Santa Cristina del distrito de Nuevo Chimbote, frente al hospital regional Eleazar Guzmán Barrón. Desde hace más de 30 años, el propietario del mencionado establecimiento viene ocupando un espacio destinado para áreas verdes, sobre el cual ha construido una ampliación de su negocio sin dar hasta el momento la menor muestra de respeto a la ley y al vecindario. Por el contrario, desconociendo por completo toda normatividad, ha conseguido que su intento por apoderarse de este espacio público haya sido judicializado.
En términos jurídicos, se sabe que el solo hecho que un juez dé por admitida una demanda de esta naturaleza, supone dar por aceptado el derecho al beneficio de la duda y, por consiguiente, llevar el caso ante los tribunales de justicia para que sean éstos los que finalmente den su veredicto. Sin embargo, cuando se trata de espacios de uso público, llámense calles, áreas verdes y afines, la cosa no permite dudas ni medias tintas. Estos espacios le pertenecen a la ciudad y, bajo ningún concepto ni modalidad, pueden ser propiedad de nadie en particular. De por medio existen planos de zonificación y desarrollo urbano de fiel cumplimiento, que por añadidura están inscritos en la oficina de registros públicos y tienen la condición de intangibles. Legalmente, es imposible adueñarse de ellos.
Por tanto, aceptar y dar por admitida una demanda de esta naturaleza, equivaldría a desconocer la Ley Orgánica de Municipalidades y traerse abajo al mismo fuero municipal. Profesionales del derecho, amigos de esta casa editora, han opinado que el juez ni siquiera debió dar por admitida esta demanda. Lo que debió hacer es rechazarla de plano.
En opinión de los referidos profesionales, todo aquel que solicite la titularidad de un terreno a través de la vía judicial, lo mínimo que tiene que adjuntar en su expediente es la copia literal del terreno y, de ser el caso, acompañar la minuta de compra-venta, acreditación de herencia o en su defecto la prescripción adquisitiva. Ello no obstante, ningún terreno de uso público podría ser objeto de esta clase de procedimientos, salvo que la justicia resuelva enfrentarse a sí misma e invada atribuciones que no son de su competencia.
Ya bastante estamos teniendo con soportar el caso del restaurant “Rico Chimbote” cuyo mal ejemplo fue imitado hace unos meses por otro restaurante del mismo distrito, llamado “Mil Sabores”, cuyo propietario llegó al atrevimiento de levantar una ampliación del negocio en plena vía pública y sobre la vereda. Lo mismo han hecho algunos malos vecinos que también han ampliado sus viviendas pero ocupando calles y espacios públicos e incluso han construido escaleras de material noble en la misma vereda, como lo han hecho los propietarios de una vivienda ubicada de la urbanización Los Héroes.
Confiamos que las autoridades judiciales terminen por ponerse del lado de las autoridades municipales y no asuman una competencia que no le corresponde. En el marco del estado de derecho, la justicia no puede enfrentarse a la justicia; pues de ser así estaría dejando por sentado un precedente hasta hoy sin precedentes.