Si Bien, en esta era digital están todas las herramientas tecnológicas, sistemas automáticos y de analítica de datos que utilizamos a diario en un conjunto de actividades como la comunicación, la información, el entretenimiento, el comercio, la prestación de servicios de educación, salud y gobierno, que generan, procesan y almacenan grandes cantidades de información en un mundo de plataformas globales, se necesita estar alerta con el vandalismo cibernético y múltiples riesgos digitales.
Por lo anterior, se ve la necesidad de hablar acerca de los múltiples riesgos digitales a los cuales se encuentran expuestos todos y cada uno de los usuarios de internet y en especial los que utilizan las redes sociales virtuales. Entre los riesgos digitales que existen actualmente, los más comunes son el ciberbullying o ciberacoso, el grooming, el sexting y la ciberadicción.
El ciberbullying es el acoso o intimidación a través de los diferentes dispositivos inteligentes (celular, computador, tabletas, etc.) que se realiza entre pares. Las causas principales por las que se genera este tipo de abuso son la denigración, el acoso, la suplantación, el engaño y la exclusión, en donde existe uno o más agresores y una o más víctimas.
Otro de los riesgos digitales más comunes es el grooming, el cual consiste en un conjunto de técnicas que emplea una persona adulta con el fin de ganarse la confianza y amistad de un joven, hombre o mujer, a través de internet, de esta manera busca obtener el control sobre el joven y poder abusar sexualmente de este. Este riesgo, por lo general tiene 3 etapas las cuales en simples pasos son, ganarse la amistad de la víctima, engañar y convencer a la víctima para conseguir material explícito y por último chantajear y manipular a la víctima con amenazas de hacer público el material obtenido con anterioridad. En cuanto a las consecuencias de este riesgo, encontramos que la víctima puede entrar en estado de depresión, su autoestima y confianza disminuyen, tiene cambios de humor constantes y repentinos, hay un bajo rendimiento académico, se aíslan de las personas de su entorno y, además, una de las consecuencias más graves es que puede llegar a generar ideas e intentos de suicidio.
Por otro lado, encontramos el sexting, en cuanto a este riesgo digital, Así entonces, el sexting es la actividad de enviar fotos, videos, mensajes, en fin, material multimedia, a través de dispositivos tecnológicos, que se caracterizan por ser de índole sexual y erótico, y a pesar de que solo es un delito cuando se ven involucrados menores de edad, hay que tener mucho cuidado con realizar este tipo de actividades, pues las consecuencias de esto radican en que el contenido que haya sido subido a internet es difícil y casi imposible de eliminar, generando así diferentes riesgos como el chantaje, amenazas, intimidación y extorsión, puesto que existen personas que se dedican a realizar este tipo de delitos robando información privada que se encuentra en internet.
Por último, conozcamos el riesgo digital que día a día va en incremento, el cual lleva el nombre de ciberadicción o conducta adictiva a internet y consiste básicamente, en el uso excesivo de los diferentes dispositivos tecnológicos, así como también el de las redes sociales virtuales e internet. De esta manera, se genera un comportamiento que se caracteriza por la pérdida de control sobre el uso de estos. Aunque aún no hay manera para determinar si una persona supone este tipo de riesgo, debemos tener en cuenta los siguientes criterios para su detección, los cuales son: aumento de la frecuencia en cuanto al uso, conductas de ansiedad, hiperactividad y aburrimiento cuando no se está conectado a internet, falta de interés en las relaciones interpersonales presenciales y aparece un hábito de revisar el teléfono constantemente a la espera de alguna notificación.
Frente a este riesgo, se expresan las siguientes consecuencias:
El abuso de redes sociales ha mostrado una asociación con depresión, síndrome de déficit atencional con hiperactividad, insomnio, disminución de horas total de sueño, disminución del rendimiento académico, repitencia y abandono escolar. También ha sido asociado con un amplio rango de problemas psicosociales.
Por último, a manera de conclusión: En el contexto de un cambio paradigmático respecto al concepto de comunicación, en el cual el uso y abuso de las redes sociales genera impactos positivos y/o negativos en el desarrollo
Si bien, todos estamos expuestos y podemos llegar a ser víctimas de este tipo de riesgos, los más vulnerables son los adolescentes y jóvenes, pues son los objetivos principales de estos ciberdelincuentes. Por ello, es recomendable hacer uso de nuestros dispositivos tecnológicos de manera cuidadosa, y más aún cuando de información personal y privada se trata.
Evitemos compartir información privada con personas que no conocemos, tener consciencia y conocimiento de estos riesgos nos ayudará a evitar que alguna persona cercana o nosotros, sean o seamos víctimas de esto. No olvidemos que nunca tendremos la certeza de que del otro lado de la pantalla se encuentra verdaderamente la persona que dice ser.
Por otro lado, debemos ser conscientes del uso y el tiempo que le dedicamos a nuestros dispositivos tecnológicos, nuestras redes sociales virtuales e internet. Existen multitud de aplicaciones y programas que nos ayudan a llevar un conteo y registro del tiempo que le dedicamos a nuestras aplicaciones, el tiempo que activamos la pantalla de nuestro celular, las veces que lo desbloqueamos y algunas de estas aplicaciones que son más sofisticadas, nos ofrecen estadísticas del uso de nuestras aplicaciones categorizadas, es decir, clasifican las aplicaciones en categorías como: educativas, de entretenimiento, finanzas, noticias, etc. Y según el tiempo que le dedicamos a cada categoría, podemos modificar nuestra conducta y organizar de mejor manera nuestro tiempo, para de esta manera reducir el riesgo de la ciberadicción.
Recomendaciones que debemos tener en cuenta en la era digital
• No deben facilitar ni divulgar datos personales a personas que no conozcan en la red, a través de los Whatsapp, chats o fórums.
• No citarse con personas que han conocido en la red, una foto recibida no es ninguna garantía y que pueden mentirles en cuanto a sexo y edad. Si se encuentran en este caso deberán avisarnos, para poder comprobar de quien se trata.
• Para su navegación es mejor que utilicen una dirección de correo electrónico gratuita del tipo Outlook ó Gmail. Si son bombardeados por correo basura, mensajes ofensivos o intimidadores, podrán cambiarla sin ningún perjuicio para la familia.
• No interaccionar con archivos adjuntos procedentes de correos sospechosos
• Ajustar la privacidad de los perfiles en redes sociales.
• Ser cauto a la hora de conectar dispositivos extraíbles a un equipo cuando provienen de terceros.
• Usar contraseñas complejas y únicas.
• Eliminar documentación sensible de los dispositivos mediante herramientas de borrado seguro.
• Transparencia en las direcciones de Internet y en los contenidos que visita el Joven o niño. Y transparencia con los “amigos virtuales” que vayan haciendo (de la misma forma que como padres nos gusta conocer a sus “amigos reales”).
• Evitar mandar datos personales sin el conocimiento de los padres.
Autor: Mg. Ing. Jorge Luis Carranza Lujan