De acuerdo con el Banco Mundial, la producción agrícola en el Perú presentó, en promedio, un crecimiento del 3.3% durante las dos primeras décadas. No obstante, para los años siguientes, este aumento se ha visto interrumpido debido a factores externos como la pandemia o fenómenos climatológicos, que afectaron el rendimiento de productos específicos, como la papa, por ejemplo.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), este producto es uno de los principales cultivos agrícolas en el país. Por ello, con motivo de que el próximo 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Papa, analizaremos el desempeño de la producción de este tubérculo en el sector agrícola y en la subsistencia de las familias.
De acuerdo con el último Censo Nacional Agropecuario, realizado por el INEI, el cultivo de papa es el sustento de al menos 710,000 familias. Además, la región natural de la sierra posee la mayor superficie agrícola en total, con una extensión de 3,296,000 hectáreas (ha), aproximadamente, lo que representa el 46.3% del total de la superficie agrícola disponible (7,125,008 ha). Luego se encuentra la región selva, que comprende al 31.3% (1,142,222 ha) y, después, la costa con un 8.7% (1,686,778 ha).
Ahora bien, las cifras del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) muestran que la producción de papa en el primer trimestre del año alcanzó un valor de S/ 464.6 millones, monto que representó una disminución del 17% con respecto al mismo periodo de 2022, con un total de 1 millón de toneladas. Adicionalmente, la producción de papa en el mes de marzo fue de S/ 206.5 millones (-19.6%) y produjo 457,221 toneladas. Cabe mencionar que, durante dicho mes, también se presentó una disminución del cultivo de papa (-3.7%) en algunos departamentos, tales como Puno (-38.1%), La Libertad (-34.8%), Huánuco (-5.6%), Cajamarca (-3.5%) y Ayacucho (-38.9%).
El menor rendimiento de este subsector agrícola es preocupante porque significa un impacto negativo para las personas que dependen de este. Recordemos que, en general, la agricultura tiene una incidencia importante en la reducción de la pobreza (según el Banco Mundial, un estímulo para este sector es entre dos a cuatro veces más eficaz en la mitigación de la pobreza frente a otros), de tal manera que una adecuada política que busque el desarrollo de este sector mejoraría directamente la calidad de vida de muchas familias. Dicho ello, ¿qué tipo de medidas se deberían priorizar para mejorar la producción de papa?
Por un lado, es muy importante pensar en impulsos que sean estratégicos en términos de eficiencia. En el Perú, si bien la agricultura no refleja una contribución histórica importante al producto bruto interno (PBI) —suele tener un aporte del 7%, aproximadamente—, sí existe una influencia mayor con relación al impacto económico que tiene este sector en sus cadenas de valor. Por consiguiente, hacer cada eslabón de la producción más productivo puede tener un impacto directo en el rendimiento final no solo de los cultivos, sino también en las distintas cadenas.
En el caso de la papa, esta tiene la particularidad de tener distintas presentaciones como producto final, que acaban siendo utilizadas en diferentes industrias. Después de todo, se tiene la papa tradicional, en sus múltiples variedades, pero también esta puede ser procesada como chuño, moraya, tocosh, etc.; tiene un uso industrial, como papas frescas embolsadas, hojuelas, entre otros; e incluso posee un uso derivado para pollerías, fast food y demás restaurantes, según información del INEI. He ahí entonces distintas opciones para impulsar este subsector.
Por otro lado, es clave trabajar la propia producción agrícola de los cultivos. Según cifras del Midagri, los departamentos con mayores rendimientos de cultivos de papa son Arequipa, con un valor de 34,593.5 kilos por hectárea (kg/ha); Lima, con 31,606.1 kg/ha; Apurímac, con 20,907.4 kg/ha, entre otros. Por otro lado, entre los departamentos con un menor rendimiento se encuentran Cajamarca (12,136 kg/ha), Ica (8,768.4 kg/ha) y Lambayeque (6,025 kg/ha). Como se observa, la distancia entre los departamentos más productivos y los menos productivos es sustancial. Las políticas que busquen mejorar el rendimiento de los cultivos deben apuntar a reducir esta diferencia.
Por ejemplo, una alternativa para mejorar el rendimiento de la papa es impulsar nuevas variedades con una alta calidad genética. El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) se encarga de contribuir al crecimiento económico mediante la provisión de servicios especializados en materia de investigación y provisión de recursos. Recientemente, ha presentado innovaciones tecnológicas de productos agrícolas como el trigo y el maíz amarillo, convirtiéndolos en productos con un valor nutricional más alto y una mayor resistencia a plagas.
Si se quiere revertir la tendencia creciente de la producción de papa, es necesario abrazar intervenciones que apuesten por mejoras modernas. Las prácticas tradicionales tienen mucho campo de mejora y deberían estar abiertas a incorporar avances en eficiencia productiva y tecnología. Esperemos que este enfoque sea más considerado durante este periodo bajo para el agro.
(*) ComexPerú / Publicado en Mayo 26, 2023 / Semanario 1166 – Actualidad