- Dilemas e interrogantes
La pesca de anchoveta para la producción de harina de pescado es, en términos de volumen, la más grande del país. Chimbote es la ciudad que, desde los inicios de los años 60 del siglo pasado, es la sede principal lugar de procesamiento de dicho espécimen.
Desde hace varios años se observa una importante proporción de juveniles en el stock de anchoveta. Las hipótesis que buscan explicar esto son, por un lado, la ampliación de la mortandad natural (además de la ocasionada por la pesca), de las anchovetas adultas, como también una mayor tasa de reproducción a lo largo del año, aunque con pulsos conocidos, debido a la presión de pesca y a las condiciones del recurso. Desde hace varios años el contenido graso de la anchoveta (indicador de la reserva energética e importante para la fuerza del desove) es inferior al promedio con que se compara.
Ahora se suma El Niño costero y el probable El Niño clásico en el siguiente verano. El primer crucero de IMARPE de este año ha estimado un stock menor al de los años previos para esta época del año y una gran proporción de juveniles en él (84% en número de individuos) con un emplazamiento cercano a la costa de una parte importante de esta biomasa y se presume también una profundización que dificultará su captura.
En las décadas previas, desde que la anchoveta es nuevamente predominante en el ecosistema marino, no ha habido una suspensión de una primera temporada (sí ha habido de segunda temporada, como en el 2014). Por ello, es difícil que el Ministerio de la Producción no establezca una cuota en esta ocasión. Se habla sí de una cuota “social” (reducida) y que además debe tener un monitoreo y control más estricto en correspondencia a este contexto.
La experiencia con la anchoveta a inicios de los 70, como de la sardina la sardina o la macha durante el Fenómeno del Niño de 1998 deben de estar presentes en las decisiones precautorias del presente. Nadie piensa que la presión será similar a la soportada por estos recursos, en aquellos años, pero hay que tomar en cuenta el rol trófico de la anchoveta en nuestro ecosistema marino.
Estas decisiones tendrán impactos en el corto plazo, pero asegurará una recuperación de la anchoveta post Fenómeno del Niño que favorecerá a las empresas pesqueras y a ciudades, como la nuestra, en donde es tan importante esta actividad
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