Editorial

ALIANZA DIABÓLICA DESTRUYE CHINECAS

Invasores y comandos:

No es ninguna novedad. Desde   hace mucho tiempo han actuado juntos y no tiene porque llamar la atención que lo sigan haciendo. La alianza formada por los invasores de Chinecas y los militantes o comandos de la gestión de César  Álvarez Aguilar, sigue vivita y coleando, tan igual que en sus mejores tiempos. Fieles a su estilo en  lo que se refiere al intercambio de favores políticos,  en los últimos días se les ha podido ver, actuando  juntos y coordinadamente, en  varias las reuniones  relacionadas con el tema de Chinecas, particularmente en aquellas a las que ha asistido el gobernador regional Fabián Koki Noriega Brito.

Estamos viendo que son los mismos rostros que, en un pasado no muy lejano, aparecían al lado de César Álvarez Aguilar. Los mismos que participaban como bocineros en aquellas “marchas de sacrificio” que proliferaban en esa época y que se realizaban para solicitar al gobierno central la ampliación presupuestal de casi todas las obras que se hallaban en ejecución. Pues el presupuesto inicial  o de apertura, se esfumaba como por arte de magia tan pronto como empezaba la construcción, obligando a paralizar las obras con tan solo un mínimo de avance.

Lo que ha sucedido con el coliseo cerrado, con los colegios Víctor Andrés Belaunde y Garcilaso de la Vega, entre muchos otros,  son parte de esta ominosa historia. Las marchas, como se recuerda,  incluían la contratación de autobuses, distribución de gorros, polos y refrigerio, todo por cuenta del proyecto especial Chinecas.

Después de ocho años de haberse mantenido en discreto silencio, estos personajes han vuelto a dar la cara. Lo acaban de hacer en la reciente asamblea agraria realizada en Cascajal con la presencia del gobernador Koki Noriega, donde a voz de cuello han solicitado la inmediata  renuncia del gerente de Chinecas. Este pedido no es ninguna coincidencia. Últimamente, este funcionario ha venido encabezando el desalojo de  antiguos invasores del proyecto.

Como lo hemos  sostenido en un comentario anterior, estas personas quieren a toda costa mantenerse como ocupantes ilegales de las tierras que han invadido, las mismas que explotan o alquilan a terceros, desde hace ya muchos años. Sin embargo, como en muchos otros lugares del país, estos ocupantes informales han tenido la oportunidad de legalizar su situación, pero simplemente no les ha dado la gana.

Precisamente, en procura de promover dicha formalización, el estado ha promulgado las leyes 26505, 27887 y 28042. De haberlo querido, los invasores de Chinecas han podido  adecuarse a cualquiera de estos dispositivos legales; pero eso, repetimos, es algo que no les conviene. La razón es muy simple. Si se convierten en propietarios formales, tendrían que pagar al estado no solamente por la tierra que vienen explotando, sino también por el agua que consumen. Y eso para ellos  es definitivamente inaceptable. Quieren seguir usufructuando las tierras y sustrayendo el agua a raudales, sin pagar a cambio un centavo al estado.

Por eso, para lograr este propósito, se han vuelto a unir como antaño. Expertos como son en manipulaciones y adulonerías, quieren hacer con Koki Noriega lo mismo que hicieron con César Álvarez: obtener   favores, a cambio de apoyo político.  Para eso, cuentan con  la complicidad de alguien que, desde el interior, les ha abierto de par en par las compuertas del gobierno regional.

Debe ser por eso que la actual gestión  regional, incapaz de poner orden y de hallar una fórmula de solución, quiere sacarse a Chinecas de encima, así tenga que dejar el proyecto a merced invasores y comandos. Algo tendrá que hacer el gobierno central para evitar que esta alianza diabólica termine por destruir Chinecas.