Editorial

UNA OBRA PARA PONERSE A LLORAR

Teatro municipal:

No solamente es el caso de la avenida Costanera, la obra que empezó a derrumbarse estrepitosamente a tan solo tres meses de haberse iniciado su construcción. Se calcula en más de quince las obras que la gestión del ex alcalde provincial Roberto Briceño Franco ha dejado en condición de inconclusas, mal ejecutadas y envueltas en una serie de problemas de carácter técnico y administrativo. Más de quince verdaderas bombas de tiempo.

Sería ocioso volver a repetir la vergonzosa relación de estas obras, que en total sobrepasan los 100 millones de soles. Basta con saber que su defectuosa ejecución  repercute negativamente no solo en la imagen y el ordenamiento urbano de la ciudad sino también en el bienestar y la seguridad de  grandes sectores de la población

Una  de estas obras, y posiblemente la que  mayor ignominia provoca, es el Teatro Municipal de Chimbote, la primera gran obra municipal en  ejecutarse bajo la modalidad de obra por impuesto, con un presupuesto de 19 millones de soles.  Como lo hicimos notar en un anterior comentario, todos en Chimbote esperábamos que esta obra iba a ser la gran excepción y no iba ser blanco de las irregularidades que adolecen  las demás.  Lamentablemente, estuvimos equivocados.

Pese a haber obtenido hasta dos ampliaciones de plazo, la obra debió ser concluida a más tardar el 31 de mayo del presente año.  Pero no fue así. Ya en una primera inspección realizada entre los días 23 y 26 de junio, la Contraloría General de la República, sacó a la luz más de una observación de trascendencia técnica y administrativa.

En el momento en que los inspectores del órgano de control llegaron a la obra a la espera de encontrarla totalmente concluida, se dieron con la ingrata sorpresa de hallar material excedente que impedía el ingreso a los interiores. Algunos pisos estaban desnivelados y, aunque parezca  increíble, el contratista no había colocado interruptores, ni tomacorrientes. También faltaba tarrajear algunos techos y paredes, lo que hacía Imposible otorgar la conformidad y recepcionar la obra en semejantes  condiciones. Según Contraloría, se debió imponen a la empresa contratista una penalidad de S/1´850,000.00 soles. ¿Se ha hecho esto?

Independientemente de estas deficiencias de orden técnico, el órgano de control advirtió que el presupuesto de la obra contemplaba el pago de 50 mil soles mensuales, a un gerente al que nunca se pudo localizar y cuya identidad continúa siendo un misterio.

En una nueva visita de inspección, realizada hace unos días, la Contraloría ha podido verificar que las observaciones de la primera inspección no han sido levantadas y que además existen otras deficiencias, entre ellas instalaciones eléctricas y sanitarias expuestas al aire libre, presencia de una pileta abandonada y  la falta de sembrado de grass en  los espacios destinados para áreas verdes.

Si el Teatro Municipal no ha podido ser inaugurado para San Pedrito ni para Fiestas Patrias, como hubiera sido ideal, es de esperar que, ojalá, sea para el aniversario de Chimbote, el próximo 6 de diciembre; porque hasta el día de hoy ésta es una obra para ponerse a llorar.