Editorial

A dónde van a parar los millones del canon

Fabulosa recaudación:

Solo hasta el 30 de setiembre,  vale decir  durante los primeros nueve meses del 2023, la región Ancash ha recibido la fabulosa suma de  1,684 millones de soles por concepto de canon y regalías mineras. Por tanto, es de esperar  que al 31 de diciembre del   presente año esta cifra supere tranquilamente los dos mil millones de soles. Todo un record de recaudación, del que nunca antes  ha disfrutado nuestra región.

En virtud de este inigualable volumen de transferencia económica,  la región Ancash está  encabezando por segundo año consecutivo la recaudación por este concepto, dejando  muy atrás a otras regiones, tradicionalmente mineras, que por  muchos años se mantuvieron a la cabeza. En el segundo lugar, y por un amplio margen,  se encuentra esta vez  la región  Arequipa con 1,050 millones de soles. En tercer lugar se ubica la región  Ica con  896 millones.

Ley 27508, Ley del Canon  Minero, consagra en su primer artículo que este beneficio “es la participación efectiva de los gobiernos regionales y locales de los ingresos y rentas obtenidas por el Estado por la explotación económica del los recursos naturales”, en este caso, de los yacimientos mineros que se ubican en el ámbito de sus respectivas jurisdicciones.

El mismo dispositivo señala que los entes receptores  de este beneficio deben priorizar toda inversión en proyectos que promuevan el desarrollo de la salud y la educación, concretamente  de las poblaciones  que se encuentran en el radio de influencia geopolítica  de los referidos yacimientos.

Sin embargo, es precisamente en estos campos donde se advierte que los recursos del canon minero no tienen la repercusión que consagra la ley.  Desde hace ya varios años,  seis  de cada diez niños ancashinos,  menores de seis años,  se mantienen atrapados en las garras de la anemia. En tanto que el 40 por ciento de la población rural y semi-rural  todavía vive en las tinieblas del analfabetismo.

De otro lado, en su Art. 7°  la ley 27508 ordena que los gobiernos regionales y las municipalidades provinciales y distritales rindan cuenta del uso y de las inversiones realizadas con estos recursos, algo que lamentablemente solo se mantiene escrito en el papel. Ni el gobierno regional ni las municipalidades, se dirigen a la población para decirle en qué han empleado o en qué se debe emplear este recurso.

En un último informe  publicado por el Portal de Transparencia Económica, se pudo conocer que en lo que va de transcurrido el presente año, el gobierno regional de Ancash y las municipalidades provinciales y distritales de la región no han utilizado ni el 50 por ciento del canon minero que tienen en sus cuentas bancarias.

Estamos ante una imperdonable falta de capacidad de gestión y un condenable exceso de secretismo. El pueblo ancashino está en todo su derecho de saber a dónde van a parar los millones del canon minero que se recauda y se utiliza en su nombre.