Editorial

Más agua del Santa para La Libertad

III Etapa de Chavimochic:

La tercera etapa del proyecto de irrigación Chavimochic ya dejó de ser un sueño. Gracias a la voluntad política que ofreció concertar la propia presidenta Dina Boluarte, el proyecto de la tercera etapa ha sido destrabado y ahora ya es una realidad. Anteayer lunes, en la sede del ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, la titular de dicho portafolio, la chimbotana Jennifer Contreras Álvarez,  anunció que la licitación internacional para la ejecución de esta obra ha sido adjudicada al gobierno de Canadá.

Con una inversión de 750 millones de dólares, esta mega obra se ejecutará bajo la modalidad de gobierno a gobierno, en un plazo de tres años que concluirá en junio del 2027. Para ello, el próximo mes de abril, sin más pérdida de tiempo, se estará firmando el contrato correspondiente.

De esta manera el gobierno ha hecho realidad la promesa que hizo el año pasado a la región La Libertad, con lo que deja sentado que ha cumplido su palabra. La tercera etapa de Chavimochic, comprendida entre Trujillo y Chicama, significa la incorporación a la agricultura de 40 mil nuevas hectáreas que generarán alrededor de 100 mil nuevos puestos de trabajo.

Este notable incremento permitirá asimismo consolidar al Perú entre los diez primeros países exportadores de productos agrícolas, generando un volumen de divisas del orden de 9 mil millones de dólares anuales.

Por otro lado, la ejecución  de la tercera de Chavimochic incluye la puesta en ejecución de la represa de Palo Redondo, con capacidad para almacenar hasta dos millones de metros cúbicos de las aguas del río Santa, garantizando con ello el óptimo abastecimiento de agua potable a la urbe de Trujillo y otras ciudades liberteñas, que ya no tendrán que sufrir cortes de este servicio como frecuentemente sucede en Chimbote.

Pero eso significa que, de aquí a tres años, el volumen de agua del río Santa que normalmente  viene captando Chavimochic, tendrá que  incrementarse irremediablemente. Hecho que nos lleva a voltear la mirada hacia Ancash y concretamente hacia el proyecto Chinecas cuyo futuro hasta hoy no merece el mismo interés ni la misma voluntad política por parte de las autoridades del gobierno central. Desconociéndose del mismo modo si las autoridades de la ANA  ya cuentan con un estudio definitivo del recurso hídrico, que garantice el principio de equidad entre ambos proyectos.

Sabido es que para gozar de prerrogativas como la que merecidamente ha obtenido Chavimochic,  es imprescindible que el gobierno regional de Ancash imprima una mayor y más efectiva capacidad de gestión; que demuestre que es capaz de saber utilizar los recursos naturales que posee y que, en vez de dar las espalda a los problemas, logre soluciones y, sobre todo, consiga  sumar voluntades.

Una mirada a todo lo que ha avanzado Chinecas en el 2023, nos lleva a la conclusión que hemos tenido otro año perdido. Los problemas que mantienen entramado al proyecto, están ahí, sin ninguna solución. Es lamentable,  por ejemplo, que  hasta este momento no se haya designado al nuevo gerente general; asimismo que no se sepa nada acerca del trabajo que viene realizando la comisión encargada de sanear las tierras invadidas y que los invasores continúen, como Pedro en su casa, haciendo lo que les da la gana. ¿Qué confianza y qué voluntad  política se puede obtener en esas condiciones?.

Por lo pronto, lo único que se sabe a ciencia cierta es que, con la ejecución de la III Etapa de Chavimochic, más agua del río Santa irá a parar a La Libertad.