Editorial

¿Quién pone las pilas al gobierno regional?

A estas alturas ya es un clamor popular que el gobierno regional de Ancash se decida a dar un giro de 180 grados,  no solo para enmendar el rumbo  y superar las deficiencias que viene acumulando, sino también para que, ojalá, pueda  iniciar el segundo año de su gestión  bajo nuevos auspicios. Pues el solo hecho de haber ocupado  en el 2023 el último lugar de ejecución presupuestal entre todas las regiones del país, es más que suficiente  para que ese cambio de rumbo  encabece las prioridades de la agenda que maneja el gobernador regional.

Algo que podría entenderse como el inicio de este cambio, es lo que ha sucedido el pasado miércoles. Después de casi dos años de haberse vencido el plazo para su entrega oficial, recién hace dos días la  empresa consultora Consorcio Politécnico ha hecho entrega al gobierno regional del expediente técnico para la construcción del nuevo local de la institución  educativa Politécnico Nacional del Santa.

La elaboración de este documento fue un compromiso que en noviembre del 2021 el gobierno regional de Ancash asumió con la comunidad educativa del referido plantel  y con el Programa Nacional de Infraestructura Educativa, PRONIED. El compromiso consistió en entregar el expediente técnico el 20 de marzo del 2022, correctamente elaborado, para que la obra, que tanta expectativa despertó en Chimbote, pudiera ser licitada en noviembre del mismo año. De esa manera,  la obra bien pudo haberse iniciado a principios del 2023 y, a estas alturas, el nuevo local del Politécnico Nacional del Santa ya hubiera sido una grata realidad.

Sin embargo, el expediente técnico recién fue entregado al gobierno regional el 28 de junio del 2022, último día del plazo otorgado por PRONIED para poder  incluir la obra del Politécnico en el presupuesto del 2023. Ello no obstante, los funcionarios del gobierno regional dieron por aceptado el expediente  a pesar de las incontables observaciones de orden técnico, legal y administrativo de las que adolecía, las mismas que, como era de suponer, no pasaron el filtro de la Contraloría General de la República.

De haberse licitado e iniciado la ejecución de esta obra en base al susodicho expediente, a estas alturas el local del Politécnico Nacional del Santa  sería otra de las tantas obras públicas paralizadas. Ojala que  la espera haya valido la pena y que, de aquí en adelante, las cosas se realicen conforme a la normatividad vigente.

En otro escenario, podemos ver que, por más de dos años y a pesar de haberse otorgado adelantos por alrededor de 40 millones de soles,  la construcción del hospital El Progreso se mantiene  paralizada  con tan solo el 10 por ciento de avance. Esta obra tiene como unidad ejecutora al Programa Nacional de Infraestructura de Salud, PRONIS, y en ella el gobierno regional de Ancash no tiene por ahora ninguna responsabilidad directa.

Sin embargo, por hallarse dentro de su jurisdicción, la paralización del hospital El Progreso no puede mantenerse ajena a los intereses del gobierno regional. Pues, cualquiera que sea el tiempo que tarde en ejecutarse, lo cierto es que cuando este nosocomio empiece a funcionar  tendrá que hacerlo como una dependencia más del ente regional; como es el caso de los hospitales Regional, La Caleta, etc.

Pero esta coyuntura, parece no tener la mayor implicancia para el gobernador Koki Noriega, a quien no se le ha visto intervenir para nada ante las autoridades del gobierno central. En ningún momento ha levantado la voz ni  ha tenido el coraje de emplazar al ministerio de Salud y al PRONIS demandándoles en nombre del pueblo ancashino el reinicio de la construcción. Da la impresión que el futuro del hospital y la salud de la población, es  lo que menos le interesa. Ha tenido  que ser la congresista Lady Camones quien se ha visto obligada a visitar al ministro de Salud para insistir en  el reinicio de la obra. Alguien tiene que ponerle las pilas al gobierno regional de Ancash.