Fernando Zambrano Ortiz
Analista Político
En la Mitología griega, el dios Zeus se casó con la Diosa Metis, conocida por su extraordinaria inteligencia. Zeus pretendía nutrirse de la inteligencia de Metis, por lo que se la tragó. Metis estaba embarazada de Zeus, así que de la cabeza de Zeus nació la Diosa Atenea, quien fue bendecida con la astucia de Metis y la mentalidad bélica de Zeus. Si bien Ares era el Dios de la guerra en su forma directa y brutal, la gente lo odiaba y adoraba a Atenea, quien combatía con inteligencia y valentía.
En la guerra, la estrategia es el arte de dirigir todas las operaciones militares. La táctica es, por su parte, la habilidad de formar al ejército para que combata solo y resuelva las necesidades inmediatas del campo de batalla.
En la vida, la mayoría de nosotros somos tácticos, no estrategas. Nos enredamos tanto en nuestros conflictos que sólo podemos pensar en cómo lograr lo que queremos en la batalla que sostenemos en el momento. Pensar estratégicamente es difícil y poco natural. Tú podrás creer que eres estratégico, pero es muy probable que seas meramente táctico.
Para tener el poder que sólo la estrategia te puede brindar, debes ser capaz de elevarte sobre el campo de batalla, concentrarte en tus objetivos de largo plazo, planear una campaña integral y abandonar el modo reactivo. Teniendo en mente tus metas generales, te será mucho más fácil decidir qué batallas librar, cuándo pelear y cuándo retirarte.
Muchas veces lo que en apariencia es una derrota o un retroceso, solo es parte de una estrategia. Por lo general las personas tácticas están fijas en el suelo, los estrategas son ligeros y pueden ver más lejos.
Como entenderán, una de las cosas que más preocupan a quienes pretenden destruir la democracia y arrasar con nuestro sistema político, social y económico; es que se cuente con estrategas desde nuestra esquina democrática.
Por ello es que, como se habrán dado cuenta, cada vez que los caviares quieren denostar de una decisión política adoptada, la estigmatizan diciendo que es pura “estrategia”, como si se tratará de algo malo.
No nos sumemos a ellos denostando acciones políticas, antes de analizar bien, desde lo alto de la colina, si responde a una estrategia de corto, mediano o largo plazo. Lamentablemente en el país contamos con muchos tácticos y pocos estrategas.
Si queremos que la política mejore, es necesario que, aun siendo tácticos, entendamos las decisiones estratégicas de los líderes democráticos