Editorial

Un colegio nada o poco inmaculado

Inmaculada de la Merced:

Ya en mayo del 2013, el entonces  director de la UGEL-Santa,  profesor Job  Félix Aguirre Espinoza,  dispuso la apertura de un proceso administrativo contra el director de la emblemática  institución educativa Inmaculada de la Merced, Carlos  Zelada Chávez.  Desde entonces, no obstante haber transcurrido  once largos años, hasta el día de  hoy dicha disposición directoral no ha sido acatada ni remotamente. Para los funcionarios  de la UGEL Santa, en el colegio Inmaculada de la Merced todo está perfecto y no pasa absolutamente nada.

De acuerdo con el contenido de la Resolución Directoral  N° 2041 de fecha 20 de mayo del 2013, firmada por el profesor Job Félix Aguirre Espinoza,  ya desde el año 2011 los padres de familia habían denunciando una serie de irregularidades cometidas por el director del plantel Carlos Zelada Chávez. Una de dichas irregularidades se refiere a cobros indebidos, supuestamente por derecho de nivelación académica de alumnos aspirantes al primer año de educación secundaria, y asimismo a la reiterada negativa de Carlos Zelada Chávez de rendir cuenta ante la comunidad educativa de éstos y otros cobros que no han sido fehacientemente justificados.

Otra de las denuncias tiene que ver con  el alquiler, a favor de una empresa privada, de un espacio ubicado dentro del local escolar para la instalación de una antena de telefonía; es decir una operación de trascendencia estrictamente comercial, que nada tiene que ver con la tarea propiamente educativa.

Una de las personas que se comunicaron con el Diario de Chimbote para dar a conocer  su versión al respecto,  ha sido el señor Néstor  González Echeandía, quien en el 2013, siendo presidente de la APAFA, fue uno de los que acudieron a la UGEL Santa para denunciar estas irregularidades. Extrañamente, muchas de estas denuncias se han traspapelado o han desaparecido de los archivos de la UGEL. Suerte la que tienen  algunos afortunados funcionarios.

El asunto es que la institución promotora del colegio Inmaculada de la Merced es nada menos que la Diócesis de Chimbote, la misma  que hasta este momento o no se da por enterada o simplemente no quiere dar la cara. Hasta donde se sabe, la función de institución promotora no es gratuita ni onerosa, por lo tanto algo tiene que hacer la Diócesis para que el colegio Inmaculada se cure en salud.

Pues el local del plantel ya tiene más de cincuenta años de antigüedad y ha sobrepasado largamente su fecha de vencimiento. A estas alturas, todos aquellos que  integran la comunidad educativa de este emblemático plantel, ya han debido iniciar las gestiones para la reconstrucción del local. Son más de un millar los alumnos que reciben sus clases expuestos a una serie de riesgos e incomodidades, en un plantel nada o poco inmaculado.