Editorial

Inmaculada contención

I.E. en el ojo de la tormenta:

Por segunda vez en lo que de transcurrido el presente año, la UGEL Santa ha sancionado con cese temporal en el cargo al director de la institución educativa Inmaculada de la Merced, profesor Carlos Zelada Chávez. La pena es de alcance administrativo y ha sido oficializada mediante resolución N° 5771 de fecha 22 de noviembre del 2024. En los corrillos de la UGEL Santa se comenta que ésta es una raya al tigre.

En esta oportunidad, la sanción recaída contra el controvertido funcionario público, es por haber alquilado de manera irregular  a la empresa Vittel Perú SAC,  un espacio al interior de la institución educativa,  para la instalación de una enorme antena de telefonía. Según el contrato celebrado entre Zelada Chávez y Vittel Perú,  el  periodo de alquiler es por diez años, debiendo Vittel abonar la suma de mil soles por año a una cuenta del banco Continental abierta a  nombre de Carlos Zelada Chávez.

Conforme  se ha podido conocer, existe un dispositivo legal promulgado por el ministerio de Educación, el Decreto Supremo N° 028 de fecha 9 de noviembre del 2007, que autoriza a las instituciones educativas de todo el país, a generar sus propios ingresos, entre ellos mediante el alquilar de sus ambientes, siempre que los ingresos que se capten por este concepto reviertan en beneficio de la propia institución.

Para ello, conforme lo precisa la mencionada resolución, lo que se ha debido hacer es abrir una cuenta bancaria mancomunada en el Banco de la Nación para depositar ahí el pago de alquiler, y no en una cuenta personal. En la gestión púbica educativa, esto último  configura una falta administrativa que se sanciona con el cese temporal del infractor y eso es exactamente lo que ha sucedido en el caso de Zelada Chávez: seis meses de suspensión en el cargo.

Con 68 años de antigüedad, el colegio Inmaculada de la Merced  es uno de los planteles  más emblemáticos de Chimbote, que no tiene por qué soportar frecuentemente  este tipo de escándalos. Su larga trayectoria necesita estar exenta de actos desatinados y páginas negras, que tanto daño le ocasionan a la comunidad educativa.  Cualquier error, cualquier desliz que pudiera  surgir en el camino, debe corregirse de inmediato, sin la mayor pérdida de tiempo, antes que la sangre llegue al río.

Por un lado las autoridades educativas y por otro los magistrados del Poder Judicial, deberán hilar fino y cortar por lo sano. En sus manos está la aplicación oportuna y correcta de las normas y disposiciones.   

Nadie en Chimbote desea que el colegio Inmaculada de la Merced  tenga que enfrentar a cada momento esta suerte de contenciones, inmerecidas y desafortunadas, que daño le hacen a su bien ganado prestigio.