Centros Poblados:
En recientes declaraciones brindadas al Diario de Chimbote, el alcalde del Centro Poblado Cascajal, Jaime Vásquez Cubas, ha confirmado que el gobierno central ha dispuesto que las municipalidades de estas jurisdicciones por mucho tiempo abandonadas y marginadas, ahora puedan gestionar directamente la aprobación y el financiamiento de sus proyectos de inversión, realizando la referida gestión directamente ante el gobierno regional correspondiente.
Para tal efecto, tras dos años de intensas gestiones emprendidas por la Asociación de Municipalidades de Centros Poblados del Perú, uno de cuyos impulsores es precisamente el burgomaestre cascajalino, el gobierno central ha dispuesto la modificación la Ley 31015 que obligaba a estas municipalidades a tener que presentar sus proyectos de inversión ante las respectivas municipalidades distritales y provinciales. Recién entonces estos proyectos podían ser elevados al gobierno regional y si tenían la suerte de ser aprobados, los documentos tenían que retornar por la misma vía. Una verdadera vía crucis que ahora ya cambió.
La reciente promulgación del Decreto Supremo N° 011-2024, permite que en adelante los centros poblados podrán realizar esta gestión directamente ante el gobierno regional, dejando atrás una barrera que solo ha ocasionado mayor postergación y pérdida de tiempo. El pleno edil de estas jurisdicciones también está en condiciones de elaborar, aprobar y ejecutar este tipo de inversiones, sin necesidad de tanto paternalismo.
Han sido precisamente estas barreras la causa por la que, diríase sin excepción, miles de centro poblados del país se encuentran en la misma situación; sin vías de acceso en buen estado de mantenimiento y sin servicios básicos de calidad. Irónicamente, son los pueblos asentados en “la parte alta” de nuestra geografía los que padecen de este mal ancestral y se mantienen atrapados en el fondo del denominado Perú Profundo. Se podría decir que hasta hoy los centros poblados son la última rueda del coche de la gestión municipal, esperando que los alcances del Decreto Supremo O11-2014 signifiquen el término de este mal ancestral.
Con cada fenómeno El Niño, hemos podido apreciar esta dura realidad. Han sido los centros poblados de Cascajal, Santa Ana y Santa Rosa de Paquirca los primeros en quedar aislados ante el embate de huaycos y derrumbes, haciendo imposible el envío de ayuda de emergencia y humanitaria. Se ha tenido que esperar el apoyo de helicópteros de nuestra Fuerza Aérea para poder llevar esta ayuda.
La historia nos ha enseñado que las barreras burocráticas innecesarias, es la principal causa de la pobreza y la desigualdad que afecta de manera despiadada a más del 70 por ciento de peruanos. En la medida que estas barreras sean eliminadas de la gestión municipal, la labor de los centros poblados se verá reimpulsada. Una gestión sin barreras es una gestión que dinamiza al país.