Expedientes técnicos y obras paralizadas:
En el supuesto caso que el expediente técnico del colegio Politécnico Nacional del Santa se hubiera elaborado de conformidad con las normas del sistema nacional de construcciones y en el plazo pre establecido, en este momento el nuevo local de esta emblemática institución educativa ya estaría a punto de concluirse y sus alumnos no tendrían que soportar el calvario de asistir al local de otra institución educativa en calidad de encargados.
El 16 de noviembre del 2021, el gobierno regional de Ancash encargó la elaboración del expediente técnico a la empresa consultora Consorcio Politécnico, con el compromiso de entregar este documento en un plazo de 120 días calendario, es decir el 16 de marzo del 2022.
El Programa Nacional de Inversiones en Educación, PRONIED, había fijado un plazo hasta el 28 de junio del 2022, para que el gobierno regional entregue el expediente técnico a fin de poder lanzar la licitación de la obra a más tardar en octubre del mismo año. Chimbote y el país entero confiaban plenamente en que la construcción del nuevo local escolar, ya prácticamente era una realidad.
Sin embargo, llegado el 16 de marzo, Consorcio Politécnico no cumplió con entregar el expediente, ni mucho menos se tomó la molestia de dar las explicaciones del caso ante el reclamo de alumnos, profesores y padres de familia. Recién lo hizo el mismo 28 de junio del 2022, pero incurriendo un grosero número de observaciones que hicieron inaceptable el expediente y que hasta el día de hoy no han sido levantadas. Desde entonces, la licitación del nuevo local del Politécnico permanece en stand by, es decir en la congeladora.
Como hemos dado a conocer en nuestra edición de ayer, la Sub Región Pacífico del gobierno regional de Ancash ha enviado un documento a la dirección del colegio Politécnico, haciéndole saber que a más tardar la primera semana de octubre la empresa consultora estaría levantando las observaciones. Es decir dos años después de haberse contratado su elaboración.
Sin embargo, se ha podido conocer que la propia Sub Región ha enviado a la Oficina de Control Interno del gobierno regional, un documento en otros términos, hecho que, de ser cierto, restaría credibilidad a todo lo informado hasta este momento. De lo que no cabe duda, es que existe de uno y otro lado un desesperado intento por poner paños tibios a la situación, posiblemente en espera de encontrar otra salida. Todo un misterio.
A todo ello, pensamos que ya es tiempo que el Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado, OSCE, ponga los pies en el terreno de juego y exija que se proceda conforme a ley. En realidad, llama poderosamente la atención que las mismas empresas consultoras y las mismas empresas contratistas, actúen como el camaleón; vale decir, formando consorcios de distinto nombre, según la ocasión.
Por todo lo que se puede ver en estos últimos tiempos, unas y otras se dan la mano entre sí. Para decirlo en términos futbolísticos, con un expediente mal elaborado los consultores hacen el pase de gol para que los contratistas paralicen una obra y, con ello, generen la necesidad de una nueva licitación, con un nuevo presupuesto. Son miles de millones en juego.
Debe ser por eso, que el mismo gobierno central ha despojado a la Contraloría General de la República la atribución de denunciar penalmente a los autores de esta especie de carrusel bien organizado. Todas las denuncias que el órgano de control viene haciendo sobre estas irregularidades, terminan engrosando los archivos de la fiscalía anticorrupción. Lo que significa que estamos frente a una nueva y bien incubada epidemia nacional. Pobre Perú.