El Fiscal Edwin Cipriano Lozano, quien se encuentra a cargo de las pesquisas relacionadas con el doble y execrable crimen perpetrado en el distrito de Nepeña, en donde fueron cruelmente asesinados el alcalde de Samanco Francisco Ariza Espinoza y el abogado Henry Aldea Correa, ha concluido formalmente las diligencias que ha actuado en este proceso y en estos días presenta la acusación escrita para dar paso a la fase intermedia que antecederá al juicio oral que se iniciará contra los acusados.
En este ínterin, los medios de comunicación han recogido las conclusiones del representante del Ministerio Público y se sabe que ya que cuenta con una estructura de su acusación y ha deslindado las responsabilidades y las penas que solicitará para cada uno de los investigados.
Esto está estrechamente relacionado con la teoría del caso que esgrimirá el Fiscal, con la postulación que plantea después de haber reunido las pruebas pertinentes y por la cual señalará quienes son los cabecillas, los autores intelectuales, los autores materiales, los cómplices y el grado de participación de cada uno de los detenidos en este proceso.
Y es que, partiendo de esa premisa ha trascendido que el representante del Ministerio Público ha llegado a la conclusión que los autores directos de este doble crimen, en vías de autores materiales e intelectuales, son el abogado Carlos Bazán Castro y los sicarios Marcos Vásquez Julca (a) “Chileno” y Airton Casahuaman Castañeda (a) “Ayrton”, quienes se encuentran recluidos en penales de nuestro país, a quienes se considera como los verdaderos promotores del sangriento crimen y para quienes está solicitando se les imponga la pena máxima para esta clase de delitos, es decir, la cadena perpetua.
En este mismo grupo se ubica también el ex alcalde de Samanco, Jaime Casana Escobedo, quien sabe el principal organizador de este movimiento criminal para quien no se ha solicitado la máxima pena de cadena perpetua sino 25 años de prisión y ello obedece únicamente al hecho que tiene responsabilidad restringida ante la ley por superar los 65 años de edad, aun cuando para muchos esta condición no debe eximirlo del castigo que se merece como los primeros mencionados.
Luego el Fiscal ha ubicado a un segundo grupo de autores y cómplices de este execrable crimen y allí coloca a los ex regidores de la Municipalidad Distrital de Samanco, Fanny Mallqui Huaman, Noemí Rubina Moreno, Fanny Medina La Rosa, Calos Bedón Pérez y Jonathan Solís Haro, para quienes el Fiscal está solicitando se les imponga 33 años de carcelería.
El tercer grupo de acusados está integrado por los jóvenes sicarios y los cómplices que actuaron como choferes o campanas para alertar a los asesinos de la posible presencia policial cuando se realizaría el ataque, muchos de ellos menores de edad que a pesar de las grave secuela que dejó doble crimen, fueron sentenciados a penas menores por el hecho de haberse acogido a la confesión sincera y han revelado la forma como se perpetró este doble crimen y quienes lo dirigieron tras bambalinas.
De esta manera, todo ha quedado virtualmente listo para que las partes del proceso, entre abogados defensores y procuraduría puedan hacer las observaciones al requerimiento acusatorio y luego de ello dejar todo listo para señalar la fecha en que se debe realizar la audiencia pública de control de la acusación.
Y es que a estas alturas el Fiscal no podría mostrase contemplativo con gente que no ha vacilado en anteponer sus intereses económicos, sus ambiciones de carácter político y su deseo por manejar las arcas públicas en su beneficio personal, por el contrario, ha puesto en evidencia que el Ministerio Publico tiene la firme intención de sancionar a quienes apelaron a sicarios para sacarse del camino a quienes consideraban un obstáculo en sus propósitos de dirigir el Municipio de Samanco.
Demás esta describir lo que sucedió en aquella ocasión, ya todos saben cómo es que se llegó a perpetrar este crimen solo por ambiciones de tipio político y en el que han arrastrado a su proceder a menores de edad que sin advertirlo se vieron involucrados en acciones criminales absolutamente repudiables.
Inclusive, la presencia de los ex regidores en el escrito acusatorio del fiscal no viene sino a corroborar lo que desde un primer momento se había sospechado de su participación por la manera como actuaron antes y después del execrable crimen.
Y en este caso es preciso detenerse un poco en la medida que si bien la Fiscalía viene solicitando penas drásticas a los involucrados, también es cierto que los ex regidores se vieron descubiertos por sus propias actitudes y movimientos que se les conoció desde antes del virulento asesinato, pues en el caso del doble crimen de Nepeña ya se ha puesto tras las rejas a la mayoría de los investigados.
Muchos se sorprenden cuando las autoridades judiciales han confirmado que los ex concejales tienen mucho que ver con el crimen, no solo con una marcada y evidente animadversión puesta de manifiesto en su posición frente a la gestión del asesinado alcalde, sino porque tuvieron conocimiento de los designios de los autores intelectuales del doble asesinato y se sumaron a ese mecanismo mafioso callando y prestándose a la consumación del crimen, tal como se ha acreditado en el expediente.
Los colaboradores eficaces han jugado un rol fundamental para poder desentrañar este violento hecho de sangre, se han sumado a los detalles ofrecidos también por los sicarios adolescentes que, en su momento, se acogieron a los beneficios procesales que confiere la ley cuando se admite un delito y se señala quienes tomaron parte de el.
De allí que se ha podido conocer con agrado y satisfacción que el Ministerio Público está demandando las penas máximas a los investigados teniendo en cuenta su grado de participación, nos ponemos en el pellejo de los deudos y nos genera sentimientos encontrados pues todos quisiéramos que se les aplique todo el peso de la ley a los promotores de este doble crimen, inclusive a aquellos que tiene muchos años a cuestas y aspiran a que se le reduzca la pena a un minimo legal. El caso de los asesinos de Nepeña ha ingresado a un momento crucial y todos confían en que finalmente los jueces, sin dilaciones, los encausen con los requerimientos acusatorios para que se les imponga de una buena vez la sanción que se merecen.