MATONERIA
La Policía Nacional creó en Chimbote un Departamento de Control de Obras Privadas con la finalidad de poner coto a la actuación delincuencial de los llamados “chalecos”, esa casta delincuencial que se dedica a extorsionar a los empresarios y que perturbaba la ejecución de las obras. Pero además de los “chalecos”, también estaba en boga la irrupción violenta e irracional de los gremios de construcción civil, inicialmente de uno solo que se le conoce como histórico y que presionaba con la violencia la entrega de cupos, pero luego aparecieron otros tres o cuatro y entonces la pelea no solo era con las empresas sino entre facciones sindicales. En la época de la red criminal las cosas llegaban a extremos, los delincuentes se infiltraron en las hordas de construcción civil y las reyertas eran a balazos. Sin embargo, con la caída de la red de corrupción y la paralización de las obras desaparecieron los chalecos y las peleas de gremios sindicales. Empero, cuatro años después, ahora que se inician obras importantes, nuevamente la irracionalidad de los gremios de construcción civil reaparece y pretende incursionar en las obras a punta de palos, patadas y puñetes, amenazan a los ingenieros residentes y atacan a los vigilantes y peones. Una de las obras a la que le han puesto el ojo es la construcción que se viene levantando en el real plaza y las pistas y veredas de Urbi, allí la empresa ha contratado a los obreros a través del Sindicato Colegiado de gremios de construcción civil promovido por el COPROSEC, organismo que rechaza el Sindicato Histórico que pretende que los cupos se los otorguen a ellos. Y en las dos oportunidades la Policía ha intervenido al sujeto más belicoso de este grupo, identificado como Jean Pierre Mondragón, el hijo el ex dirigente sindical Modesto Mondragón Becerra que está preso en el penal “Piedras Gordas”. Lo extraño que este personaje entra y sale del calabozo como si no hubiera sucedido nada, pese a que es atrapado en medio de las broncas nuevamente aparece a los dos o tres días fomentando el desorden y liderando las amenazas. Creemos que es momento que las autoridades defiendan a la comunidad de personajes de esta calaña, no pueden permitir las matonerías y, fundamentalmente, se tiene que cortar de raíz los brotes de violencia en construcción civil. Mucho cuidado que se vienen las obras de la reconstrucción y si no se pone coto a este germen de violencia porque más adelante puede ser peor.
NULIDAD
Como muchos calculamos, la defensa técnica del suspendido gobernador Enrique Vargas Barrenechea, solo apeló a cuestiones de índole formal para pretender traerse abajo la sentencia condenatoria que pesa en su contra. Esto es lo que se escuchó en el marco de la audiencia de apelación de sentencia que realizó anteayer en la sala penal de apelaciones de Huaraz en el interior del penal “Víctor Pérez Liendo” en donde se encuentra recluido Vargas Barrenechea. La verdad es que quienes conocen la praxis penal son conscientes que tratar se traerse abajo una sentencia por nulidad es sumamente complicado, más aun cuando se trata de argumentos que ya han sido revisados en la instancia anterior como el famoso cuestionamiento de la incorporación de un nuevo delito cuando el proceso ya estaba en marcha, es decir, que el abogado ha reiterado lo que ya ha sido analizado. Queda entonces a los vocales evaluar si ese planteamiento se ajusta a derecho, de lo contrario, no les queda otro camino que ratificar la sentencia porque contra ella no se ha planteado ningún cuestionamiento al fondo del asunto, como que el propio Enrique Vargas reconoce que falsearon la información en su hoja de vida para sorprender al electorado. Eso merece una severa sanción al margen de los delitos que se añadieron o no. Creemos que la cosa está sumamente sencilla para los magistrados superiores.
TERREMOTO
A propósito de los jueces superiores que resolverán esta apelación, han señalado fecha de la audiencia de lectura de la sentencia de vista para el miércoles 31 de este mes, es decir, el último día que tienen de plazo para hacerlo. Ese día se recuerda un año más del violento sismo que azotó nuestra región y que dejó miles de muertos en el fatídico 31 de mayo de 1970. Ahora, cuando se cumplan 47 años de aquel desastre nos llegará otro terremoto pero político, la sentencia que determinará la suerte de la estabilidad funcional del gobierno regional de Ancash. Esperemos no seguir retrocediendo con nuevos cambios.