Por: Carlos Carpio La Rosa
Para alcanzar el sitial en el que se encuentra, don Roberto Achú Pizarro no ha necesitado ser alcalde, congresista, ni ministro, como tantas veces se lo propusieron. Para él, los cargos políticos no tienen mayor relevancia. La fórmula que le ha permitido alcanzar el éxito, y mantenerlo a lo largo de 94 años de fructífera existencia, no es otra que el trabajo honesto y sacrificado.
Si a eso se añade una vida ordenada y ejemplar, es fácil entender porqué don Roberto Achú, conjuntamente con el éxito de sus empresas, ha consolidado una hermosa familia y se ha convertido en un referente del alma chimbotana.
Santeño de nacimiento pero chimbotano de corazón, en 1947, con tan solo 19 años de edad, abrió las puertas del Hueco en la Pared, la bodega más emblemática que ha existido en Chimbote a lo largo de más de 60 años.
No obstante haber empezado a funcionar en un estrecho local alquilado y de adobe, ubicado en la tercera cuadra del jirón Manuel Ruiz, el Hueco en la Pared revivió la historia de David y Goliat. No solo compitió sino también logró imponerse a los grandes almacenes de la época, donde comerciantes chinos vendían desde una aguja hasta un tractor.
El 16 de septiembre de 1968, cuando cumplió 40 años, inauguró el hotel San Felipe y posteriormente, cuando el Hueco en la Pared celebró sus 50 años, abrió las puertas de El Bodegón, la primera versión de lo que ahora son los grandes centros comerciales. A comienzos del 2000 incursionó con el mismo éxito en el rubro de casinos y tragamonedas.
Es el único sobreviviente de la primera promoción del Colegio Nacional San Pedro y miembro de una pléyade de empresarios plenamente identificados con Chimbote, de esos que ahora brillan por su ausencia.
El pasado viernes 23, con motivo del 203 aniversario de creación del departamento de Ancash, el Congreso de la República, por iniciativa de la congresista Lady Camones, le otorgo a este ejemplar empresario un justo y merecido reconocimiento.
El texto del diploma que recibió por intermedio de su hijo Roberto Achu Maúrtua, es concluyente: “A don Roberto Achú Pizarro por su exitosa trayectoria empresarial, labor filantrópica y apoyo permanente a escritores y gestores culturales de la provincia del Santa”. Un ejemplo a seguir.