El Ministerio el Interior dio a conocer las acciones que ha emprendido con la finalidad de dar con el paradero de los delincuentes requisitoriados o de ciudadanos investigados y que están sujetos a una orden de prisión que han escamoteado y con ello envía un mensaje de sensación de mayor seguridad para la población.
Por ello es que inicialmente recordó a nuestra población que existen 106 requisitoriados en la región Ancash sobre cuyas cabezas ha puesto precio a efectos que personas que por alguna u otra razón toman conocimiento del paradero de estos sujetos, proporcionen información fidedigna que permita a la Policía capturarlos.
Si esto sucede el colaborador se hace acreedor a un importante incentivo económico, todo ello bajo una protección de estricta reserva de sus identidades, de tal suerte que de esta manera consolida un programa que ha resultado efectivo y que se denomina “Que ellos se cuiden”.
De esta manera, ha señalado el Ministerio que hasta la fecha se ha procurado la captura de 40 personas y que bajo este régimen se sigue buscando a varias autoridades, entre ellas el ex alcalde distrital de Chavín de Huántar (provincia de Huari), Manuel Glicerio Páucar Ramírez, acusado de lavado de activos y malversación de fondos, el exalcalde distrital de Yaután (provincia de Casma), José Luis Del Carpio Melgarejo y el exalcalde distrital de San Marcos (provincia de Huari), Javier Orlandiny Medina Melgarejo, sindicado por los delitos de colusión y lavado de activos.
También están José Luis Lomparte (ex consejero regional) por el delito de colusión, con una recompensa de S/20.000; Julio Gilmer Saona Meregildo (ex alcalde del centro poblado menor de Cambio Puente), acusado de colusión y peculado, con una recompensa de S/20.000; Jorge Vásquez Paulo (ex fiscal de Chimbote), involucrado en el delito de corrupción de funcionarios y por quien se entregaría una recompensa de S/10.000; y Fernando Sergio Sotelo Valenzuela (ex tesorero de la Fiscalía del Santa).
Como se aprecia hay una interés relevante del Ministerio del Interior por la búsqueda y ubicación de gente que enfrenta serios cargos delictivos por delitos de función, algunos de los cuales ya han sido sentenciados y deberían estar cumpliendo el castigo que ha establecido la autoridad judicial.
Sin embargo, al margen de este marco genérico, el Ministerio del Interior también ha dado a conocer el seguimiento que se realiza a los prófugos de la justicia de uno de los casos emblemáticos que más ha concitado la atención de la comunidad ancashina, como es el denominado caso “La centralita”.
Y es que a pesar que este caso ya se lleva investigando más de tres años y tiene otros dos años más de trámites en la Fiscalía, hasta la fecha existe un grupo de investigados que se mantienen al margen de la ley, que han podido eludir el mandato de prisión preventiva sometiéndose a la clandestinidad y por ello se han expedido las ordenes de captura.
Este grupo está liderado por Milagros Maritza Asian Barahona, esposa de César Álvarez, acusada del delito de peculado. Por este ilícito también son buscados los comunicadores Luis Armando Villaverde Robles y Felipe Santiago Bermúdez Mendieta. Por información que permita encontrarlos se ofrece S/20.000, en cada caso.
Además de ellos figura Abel Isaí Sánchez Cruz, Abel Gustavo Ramírez Huayaney, Lleana del Pilar Corcuera Reyes, Víctor Miguel Revilla Yengle, los esposos Juan Eulogio Cortez Bravo y Rafaela López Pineda, y Verónica Pamela Bermúdez Rodríguez, esta última requisitoriada por un segundo ilícito: colusión.
Completa esta lista Rosa Alicia Olivares De la Cruz, más conocida como “Rossy Olivares” quien había constituido – en sociedad con su hija Ivonne Merly Pereyra Olivares y su yerno Edward Román Príncipe Carvallo, ambos ya capturados por la Policía – una serie de empresas con dinero ilícito. Rosa Olivares habría cometido el delito de lavado de activos. Por pistas para atraparla se ofrece S/15.000.
El Portfolio del interior ha precisado que son 11 los investigados que aún se mantienen al margen de la ley, sin embargo, en esta lista no considera a algunos que teniendo orden de comparecencia restringida, tienen orden de captura e internamiento en el penal de Cambio Puente en otros procesos como el abogado Luis Arroyo Guevara, quien ha sido condenado en otro proceso penal por delito de enriquecimiento Ilícito con fallo confirmado en instancia definitiva, por ello es que ha decidido esconderse de la justicia.
Esto quiere decir que la Policía no ha perdido la huella a los perseguidos en el caso La Centralita, por el contrario, nos ha refrescado que ya no son muchos los que han conseguido burlar la acción de la justicia, otros fueron capturados luego de un exhaustivo seguimiento, hay algunos que han sido delatados por colaboradores que se acogieron a la recompensa y esto significa que en lo que queda de estos meses de plazo de la investigación del caso la centralita es posible que aún se sumen a algunos otros en ,la lista de capturados.
De allí que si ya solo hay 11 investigados que se mantienen en la clandestinidad, de un promedio de 64, es posible que el Ministerio Público ya culmine las pesquisas y pueda remitir su acusación al Juzgado Nacional de Investigación preparatoria que tiene conocimiento de este caso y es el que determinará si las pruebas son suficientemente sólidas como para llevar a los inculpados a juicio oral.
En lo que compete a “Caso La Centralita” es evidente que esta carpeta llegará al banquillo de los acusados y permitirá debatir el amplio bagaje probatorio que ya ha acumulado el fiscal supraprovincial Elmer Chirre, quien no solo cuenta con los valiosos testimonios de muchos colaboradores eficaces, sino con documentación fehaciente que ha permitido cruzar información que demuestra la comisión de graves delitos.
Ello quiere decir que ya faltan muy pocos en ser aprehendidos en atención al mandato judicial expedido, de tal suerte que ya podríamos exigir al Ministerio Público que concluya las prolongadas pesquisas y tramite este proceso a la fase intermedia correspondiente pues la mayoría terminará en el banquillo. De ello no nos cabe duda alguna.