Por: WALTER MIGUEL QUITO REVELLO
El congreso de la república, el 22 de agosto del 2023, aprobó en primera votación la modificación al Código Procesal Penal, facultando a la Policía Nacional del Perú, la investigación preliminar. Demostrando el Congreso que está en una lucha frontal contra el Ministerio Publico. Para favorecer a los corruptos congresistas y sus aliados. Convirtiendo el sistema de justicia en una institución podrida que si estuviera vivo mis antepasados quechuas dirían: “Ismusqa Justicia” que en castellano significa: “Justicia podrida”.
La bronca nace porque los congresistas quieren tener el control político de la justicia, entre ellos el Ministerio Público y esta institución lucha por su independencia, pero a diferencia de la policía están amparados por la constitución en el artículo 159, inciso 4: “Corresponde al Ministerio Público conducir desde su inicio la investigación del delito” Los policías y congresistas defienden su posición argumentando que ellos tienen mayor experiencia en investigación. El ministerio público, se defiende en el poder e independencia que les da la constitución mientras que la policía pertenece al ministerio del interior y obedece al ejecutivo por consecuencia al poder político.
En honor a la verdad ambas instituciones no garantizan justicia. Con relación a la policía nacional entre los años 2018 y 2023, pasaron al retiro 23824 efectivos, por motivo de inconductas y faltas lo que implica un promedio de 11 policías por día. Por su parte el Ministerio Publico con celeridad acusó a 4 jóvenes comuneros en Cusco que fueron llevados a las protestas contra Dina Boluarte en el año 2023 y el poder judicial los sentenció a 6 y 7 años y a pagar una reparación civil de S/ 20 000 pero la presidenta, ministros, policías y militares, no pasa nada, ni se les investiga cómo debería ser por los más de 60 muertos de las protestas del año 2023.
Una ley no puede modificar la constitución porque toda reforma constitucional debe ser aprobada por el Congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada mediante referéndum según el art. 206° de la constitución. Pero, no es la primera vez que este Congreso modifica la Constitución por ley. Ellos sienten que pueden hacer los que se les da la gana porque tienen un Tribunal Constitucional títere que los apoya. Recordemos el caso de la prescripción de los crímenes de lesa humanidad, la vacancia presidencial, la cuestión de confianza, los permisos de viaje de la presidenta. Lo que nos lleva a la conclusión que el congreso se saldrá con la suya.
Para no ir tan legos. ¿Te imaginas ser investigado por un policía de carreteras o de tránsito? La verdad que la sola idea da miedo. Vemos todos los días y nos somos los únicos también lo ven los jueces y fiscales cuando están de civil como coimean a morir y no les pasa nada porque la corrupción esta institucionalizada. Todos juntan su coima y pagan sus cupos hasta llegar a los altos mandos. ¿Será ellos quienes nos investiguen? Por otro lado, tenemos una fiscalía y jueces de investigación preparatoria que por culpa de la meritocracia todo lo ven prisión preventiva que gracias a la incoherencia del juez supremo César San Martin nos demostraron lo carcelero que son, y la subordinación a políticas institucionales antes que al derecho y a la justicia, olvidándose de su independencia. Realidad que no se escapa nuestra Corte Superior del Santa.
En honor a la verdad es hora que empecemos a fiscalizar la corrupción que hay en nuestra Corte Superior del Santa. Recuerdo a mi profesor de prácticas en la universidad ULADECH, como me daba discurso de luchar por los derechos de las personas. A quien yo, escuchaba con paciencia. Años después lo encontré de Juez de Sala Laboral, grande fue mi decepción al leer sus sentencias en los casos de reposición de agente de serenazgo. No creo que esos jueces de Sala hayan olvidado que la ley no es retroactiva o el carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y la ley como el derecho al trabajo. Violando la constitución le negaron el derecho al trabajo, a cientos de serenazgos, nuestra Corte Superior en el año 2023 y quizás continúan. Es claro que obedecían a políticas institucionales que deben estar proscrita en un juez, por su independencia. Y lo que es peor, el trato a los abogados con relación al pago por servicios profesionales S/ 800, expediente 00048-2023-0-2501-JR-LA-06 y 00057-2023-0-2501-JR-LA-08, es una ofensa al abogado, estamos hablando del año 2023 mientras que las Salas de la Corte Superior de la Libertad en el Expediente N° 3307-2021-0-1601-JR-LA-09, S/3,500 y en el Expediente N° 00403-2018-0-1601-JR-LA-03, S/. 4,500, todos los casos son de reposición. Miren sus colegas ex jueces y fiscales cuando litigan no aciertan ni una porque cuando eran juez o fiscal se olvidaron que eran abogados.
Los jueces penales de la Corte del Santa no se escapan y es más notorio, en los jueces colegiados y la sala de apelaciones, votan por unanimidad. Vamos a entender que es una posibilidad coincidir en la votación ¿Pero en los argumentos? En temas tan delicados como la libertad, ¿Los tres jueces tienen el mismo piojo? Por no decir otra cosa. La verdad que a los jueces no les interesa sus sentencias mientras cumplan con su carga procesal, explotando a sus secretarios y se lleven en promedio sus S/ 15000 un Juez especializado y unos S/ 20000 un juez superior. No entienden que esos papeles que forman el expediente, se trata de la vida de un ser humano. Ya fue destituido el juez Tolentino por su actuación como juez, pero hay otros que están escondidos como roedores. ¿Y los sentenciados por este juez que debió ser retirado por nuestra corte? Hay mucho por hacer.
Nuestro sistema de justicia es corrupta, obsoleta, hasta injusta, está podrida “Ismusqa Justicia” pero tenemos que defender su independencia de los poderes facticos que quieren hacer de la justicia su chacra, con los miles de jueces y fiscales honestos. Es nuestro deber defender nuestros derechos, nuestra libertad, la independencia de las instituciones, nuestra democracia y en su conjunto a nuestra república.