Los agricultores del valle de Santa celebraron la semana pasada la decisión del tribunal registral que, en última y definitiva instancia, ha desestimado las pretensiones del ex Presidente de la Junta de Usuarios de Irchim, Daniel Flores Bobadilla, de querer perpetuarse en el cargo a través de la impugnación de la convocatoria de elecciones dispuesta por la autoridad del agua.
Como muchos deben recordar Flores Bobadilla se hizo reelegir en el cargo mediante una asamblea vergonzosamente manipulada, sin respetar los parámetros de la ley y tratando por todos los medios que este maquillaje consiga extender su mandato que ya había vencido al frente del gremio de usuarios de Irchim.
Aun cuando la oficina de Registros Públicos de Chimbote no amparó su pedido, apeló la decisión y por ello se debieron elevar todos los antecedentes ante el Tribunal Registral que debería sancionar este caso en última instancia.
En el ínterin, los agricultores llevaron adelante el proceso electoral que había sido convocado por la ANA y lo hicieron a pesar de las maniobras perturbadoras de Flores Bobadilla quien apelando a su conocida estrategia de bravuconadas y amenazas, consiguió que el director del colegio “Manuel Gonzales Prada” se desistiera de ceder las instalaciones de su institución para llevar a cabo este proceso, sin embargo, olvidaba que los verdaderos agricultores tiene aliados que repudian las componendas.
Por ello es que con la presencia de la Defensoría del Pueblo y con el apoyo de la alcaldesa provincial consiguieron acondicionar los ambientes necesarios para poder llevar este proceso en la vía publica, frente al Colegio “Gonzales Prada” hasta donde habían llegado los hombres de campo para proceder a efectuar la elección de la nueva dirigencia.
Fue así que los agremiados a la Junta de Usuarios de Irchim designan una Junta Transitoria encabezada por el conocido agricultor Francisco Valverde Domínguez, quien estaría al frente de una gestión cuyo objetivo no solo era recibir el acervo documentario y determinar por intermedio de una auditoría las graves denuncias que se formulan de manera informal contra la anterior gestión, sino que debería crear las condiciones necesaria para poder elegir a una Junta directiva titular.
Sin embargo, ya para entonces hablamos de los meses finales del año pasado, la nueva dirigencia encontró serios obstáculos para poder registrar su personería ante la oficina de Registros Públicos en donde Daniel Flores había maquinado todo ese proceso alegando las mismas y absurdas razones de su espuria elección.
Por ello es que la nueva dirigencia no pudo asumir los cargos, esperó pacientemente que la autoridad registral emitiera su pronunciamiento, los propios agricultores llegaron en movilizaciónÂÂ hasta el frontis de la sede registral de Chimbote a efectos de demandar que el caso se resuelva en la medida que los días pasaban y no se tomaba una posición.
Esto era sumamente perjudicial en la medida que el clima de incertidumbre era aprovechado por Daniel Flores para seguir actuando en nombre y representación de la Junta de Usuarios de Chimbote, como que el actual directivo Francisco Domínguez denunció en su oportunidad que Flores Bobadilla había permitido que seudos pequeños agricultores se beneficien con el bono de reconocimiento que entregó el gobierno para los damnificados del fenómeno de El Niño.
En este caso, Valverde Domínguez mostró los padrones en los que se puede advertir que Flores Bobadilla había direccionado este bono hacia sus conocidos y compinches y hasta se entregó a sus propios familiares, llegándose al extremo de burlar la buena fe de este proceso al dividir las parcelas mayores a las de 5 hectáreas con la única finalidad de favorecer con el bono a quien no lo merecía.
Por ello es que la protesta del curtido dirigente no solo se quedó en las quejas y demandas públicas sino que las llevó al Ministerio Publico en la medida que se advertían un manejo ventajista que trató de aprovecharse de las bondades de la ley con actuaciones irregulares, como aquella de dividir las parcelas de hectáreas mayores a las que se establecían.
Pero en ese ínterin se puso de manifiesto otro hecho grave que extrañamente las autoridades pasaron virtualmente por alto y que, igualmente, representó un uso indebido del cargo por parte de Daniel Flores que ya para entonces había sido defenestrado y solo las articulaciones leguleyescas ante la oficina registral lo mantenían en el cargo.
Nos referimos a la pública denuncia de la Defensoría del Pueblo respecto a un corte de agua en el canal de Chinecas realizado por orden de Daniel Flores Bobadilla, el mismo que puso en riesgo el suministro de agua a los pueblos de Nuevo Chimbote.
La comisionada de la Defensoría constató junto al presidente del Directorio y funcionarios de Sedachimbote cómo es que se había bloqueado el curso del Canal como una medida de presión que ejercía Daniel Flores contra la empresa de saneamiento con la finalidad de obligarla a depositar los conceptos de uso de agua en cuentas particulares mas no en la cuenta oficial de la Junta de Usuario como corresponde.
Esta actitud respondía al hecho que ya para entonces Daniel Flores no tenía el manejo de las cuentas de la Junta de Usuarios, ella estaba bloqueada en la medida que la junta Transitoria ya había advertido al Banco de la Nación que existía una nueva dirigencia cuya inscripción estaba en trámite ante la oficina registral por ello es que Flores Bobadilla no vio otra manera de presionar a Sedachimbote que perturbando el paso de las aguas, lo cual constituye un delito.
Pese a que se le incautaron actas de este ilícito accionar, no se tomaron medidas contra el cuestionado dirigente, por el contrario, permitieron que siga ocupando la sede institucional de la Junta de Usuarios de Irchim y ahora ha amenazado que no saldrá de este lugar, se ha atrincherado en la medida que ha planteado una acción de amparo contra la decisión del tribunal Arbitral, a sabiendas que ello no detiene el registro y la toma de mando de los nuevos dirigentes de Irchim.
Lamentablemente, nada de ello importa al cuestionado dirigente, sigue en sus trece, cegado por la ambición de mantenerse en el cargo o impedir que se realice la anunciada auditoría que realizarán quienes lo suceden en el cargo. Es una inaceptable provocación que los propios agricultores y, fundamentalmente, las autoridades ya no deben seguir permitiendo a un personaje que suele desempeñarse al filo de la ley.