UNO MAS
Qué duda cabe que la Policía Nacional de Chimbote se encuentra en su hora más difícil, en medio de una crisis moral que afecta seriamente su buena imagen por culpa exclusiva de una sarta de malos elementos que lo único que han provocado son escándalos motivados por su ambición por el dinero. A los varios sub oficiales encarcelados y ya sentenciados por exigir el pago de coimas para favorecer a los intervenidos, se sumó el efectivo policial de la comisaría del 21 de abril que aprovechó una intervención a un colega en estado de ebriedad para tratar de sacarle dinero, ahora nos encontramos con el caso de este Sub oficial de la comisaria de Coishco que ha sido detenido luego que un arma de su propiedad fuera hallada en poder de un delincuente que trató de asesinar, junto a dos cómplices, a un sujeto que había cometido el pecado de meterse con una joven que había resultado familiar de uno de estos maleantes. El efectivo policial, S.O. John Anthony Vera Cruz ha alegado que el arma la había empeñado por 800 soles y desconocía que estuviera siendo utilizada por delincuentes para intentar matar a una persona. En realidad su versión es inverosímil, por el contrario, tanto la Policía como la fiscalía han encontrado indicios suficientes que lo vinculan a la organización delictiva que fue detenida con el arma. En el supuesto negado que lo manifestado por el subalterno fuera cierto, es decir, que habría empeñado su arma, no es factible que un hombre de la ley, que ha sido preparado para evitar cualquier clase de riesgo para la seguridad ciudadana, pueda empeñar su arma a sabiendas que mal uso que puedan darle a ella. Un arma solo puede manejarla alguien que está autorizado para hacerlo, empeñarla expone a que esa pistola pueda caer en manos extrañas y delincuenciales, eso debería saberlo el custodio, peor aún debería haber advertido que por 800 soles expondría su futuro, su permanencia en la institución y hasta su libertad ambulatoria. Una torpeza por donde se le mire.
ATENTADO
Las organizaciones ambientales y autoridades locales decidieron visitar los humedales de Villa María con la finalidad de promover acuerdos que redunden en su protección, más aun cuando poco a poco se van deduciendo por acción de la mano del hombre que lo único que piensa es en su interés y la ambición del dinero, entonces gana terreno y arroja desmonte y piedras a las lagunas naturales que existen frente a Villa María y Tres de Octubre. Sin embargo, cuando realizaban este recorrido observaron la presencia de un volquete que de manera impune, a plena luz del día y delante de las autoridades pretendía arrojar restos de asfalto y desmonte a las lagunas. Estaban eliminando el desmonte que vienen retirando de las calles en donde se viene cambiando el deteriorado asfalto de la urbanización Buenos Aires. Las empresas constructoras a cargo cobran un ítem por la eliminación de los desmontes pero curiosamente lo único que hacen es arrojarlos a las lagunas de Villa María. Esto es un crimen, un atentado contra la ecología en la medida que de esta forma se vienen degradando áreas naturales en donde se reproduce la flora y fauna de nuestra provincia. Cuando las autoridades intervinieron al chofer se limitó a decir que sus empleadores lo habían enviado a este lugar y cuando revisaron la tarjeta de propiedad del vehículo se percataron que se trataba nada menos que una entidad financiera de la localidad. Esto es realmente inconcebible y no sabemos si la multa de media UIT, es decir de poco más de dos mil soles, tiene significación alguna porque se trata de montos que no le hacen cosquillas a estas entidades que ganan a manos llenas. Lo más repudiable es que en el sector financiero se llenan la boca hablando de solidaridad, transparencia, lucha contra la contaminación y de apoyo a proyectos ambientales, cuando por lo bajo lo que hacen es destruir sistemáticamente la naturaleza. Esperemos que ahora que se reúnen las autoridades por el tema ambiental se proponga sanciones más drásticas.
PLAZO
No deja de llamar la atención la confianza y la esperanza que tiene el alcalde (e) Humberto Ortiz Soto al otorgarles un nuevo plazo a los comerciantes del mercado Dos de Mayo, para que cumplan con levantar las observaciones que aun han quedado pendientes en materia de seguridad y salubridad de dicho centro de abastos. Y es que la experiencia nos enseña que así les otorguen muchos meses más de plazo los comerciantes no van a cumplir, esperarán a que se acerque una semana antes de expirar el nuevo plazo para que se pongan a trabajar o para que se preocupen en las observaciones pendientes. El principio de autoridad queda por los suelos, lo peor es que, a juzgar de los nuevos plazos, y las fechas del calendario, todo indica que la actual administración lo que ha hecho es pasar de taquito la responsabilidad del funcionamiento de este mercado al alcalde electo Roberto Briceño Franco, quien asumirá el cargo el primer día hábil de enero, justo cuando ha expirado el plazo otorgado a los comerciantes. ¡Que tales vivos!