Diligencias por La Centralita y otras investigaciones más. Bajo absoluta reserva y negándose tajantemente a dialogar con la prensa, el Fiscal Adjunto Provincial Antonio Arévalo Castillo de la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Corrupción de Funcionarios arribó ayer a nuestra ciudad para recoger una serie de declaraciones testimoniales y verificación de inmuebles.
Arévalo Castillo arribó en compañía de la también Fiscal Adjunta Provincial Kareen Vásquez Espinoza y se instalaron en un ambiente de la Fiscalía Anticorrupción del Santa ubicada en el Jirón Samanco Nº 360, donde empezaron a recibir una serie de declaraciones testimoniales, como parte de las investigaciones que vienen desarrollando.
Según trascendió, estas diligencias, no sólo forman parte de la carpeta fiscal 03- 2014, es decir, el denominado caso “La Centralita”, sino también de la carpeta fiscal Nº 08- 2015 que está dirigido contra los que resulten responsables por corrupción de funcionarios.
Inclusive se supo que la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima había solicitado que se realicen con fiscales de la Fiscalía Anticorrupción del Santa, sin embargo, por la recargada agenda y trabajo de los fiscales locales, se les comunicó que ello no podía ser posible.
Por esa razón, los Fiscales Antonio Arévalo Castillo y Kareen Vásquez Espinoza arribaron ayer a Chimbote y también lo harán en la última semana de este mes de enero, donde tienen previsto tomar la declaración testimonial y una pericia grafotécnica de 39 personas, todas ellas, citadas como testigos en su investigación preparatoria.
Ayer en la mañana, Antonio Arévalo interrogó por más de dos horas a un sujeto que no quiso dialogar con la prensa, pero que llegó y se retiró en una camioneta que le pertenece a la empresa minera El Porvenir.
Inclusive el propio Fiscal Antonio Arévalo Castillo, antes de retirarse a bordo de la unidad vehicular de la Fiscalía que lo trajo a Chimbote, se negó en todo momento a dar algún detalle sobre sus diligencias a cumplir, “no voy a declarar, señor” fue lo único que espetó.