Fueron tres días de incansables informes orales y de debates con el Ministerio Público, pero finalmente el desenlace era el mandato de prisión para todos los integrantes de la organización criminal conocida como “Los Intocables”, integrada por rankeados delincuentes que contaban en sus filas con abogados y Policías que los protegían.
El juez del Sexto Juzgado de Investigación Preparatoria Especializado para delitos de corrupción de funcionarios y crimen organizado, Dr. Jorge Chávez Tamariz, envió al Penal de Cambio Puente a 17 detenidos de la mentada organización y ha expedido ordenes de captura para otros tres prófugos.
Esto en el marco de la audiencia que se convocó para atender el pedido de 36 meses de prisión preventiva solicitada por el Ministerio Público para estos investigados quienes, por lo numeroso que eran, fueron divididos en tres grupos a efectos que su defensa tenga el tiempo necesario para poder sustentar lo que estimen a su favor.
De esta manera debió afrontar el magistrado una de las investigaciones emblemáticas que se dilucidan en la Corte del Santa, la red criminal que fue intervenida en los últimos días del año pasado y que sorprendió a muchos durmiendo, sin imaginar que la Fiscalía de Crimen Organizado y la Policía de alta complejidad estaban sobre sus pasos.
Esta organización criminal es sindicada de cometer los delitos contra la paz pública (contra el patrimonio, usurpación agravada, extorsión), tenencia, posesión y uso ilegal de armas, y delitos contra la administración pública (cohecho pasivo propio).
Su líder y cabecilla es el delincuente Hermes Reyes Atavíos, mas conocido en el mundo del hampa como “Wino”, quien movilizaba a una serie de sujetos que se dedicaban al asalto y robo, extorsión, usurpación, sicariato, tráfico de terrenos y chalequeo a empresarios del sector construcción como de la pesca.
La particularidad de esta gavilla delincuencial es que contaba con la complicidad de malos elementos de la Policía, quienes les ofrecían información sobre las investigaciones que se cernían sobre sus integrantes y en el caso de un miembro del serenazgo provincial, ofrecía borrar imágenes en caso de registre algún asalto por parte de los miembros de esta gavilla delincuencial.
De la misma manera, tenía la complicidad de abogados, como Manuel Paiva Córdova y Wilfredo Quevedo Cabreras, este último procurador del proyecto especial Chinecas y quien se encargaría de proporcionar información sobre lotes de terrenos acaparados por grandes empresarios a los cuales extorsionaban para no despojárselos a cambio de jugosas sumas de dinero, según consta en la denuncia del Ministerio Público.
La pesquisa de la Fiscalía y la Policía Nacional no se sustenta en chismes o supuestos, se encuentra respaldada con escuchas telefónicas que han sido autorizadas por la justicia, por testimonios de colaboradores eficaces y seguimientos que consolidan los cargos contra los acusados. Por ello es que luego de las maratónicas audiencias en tres días consecutivos, para el juez no quedó dudas al considerar que se cumplen los presupuestos de peligro procesal, de fuga y obstrucción a las investigaciones por parte de los 20 investigados, razón por la cual, deberán permanecer en prisión mientras duren las indagaciones.
Entre los principales involucrados el Juez ha considerado que en el caso de Hermes Reyes Atavíos, alias “Wino”, existen suficientes indicios de que era el jefe de la organización. Las escuchas telefónicas y la vigilancia a la que fue sometido, confirmaban la tesis fiscal al margen que este delincuente carece de arraigo laboral y domiciliario, motivos suficientes como para dictaminar la orden de prisión en su contra.
Otro de los presuntos integrantes de los Intocables, en los que el magistrado hizo hincapié, fue en el abogado José Manuel Paiva Córdova, quien desde la clandestinidad negó haber centrado a uno de sus clientes, para que Wino y sus cómplices le realicen marcaje, mientras retiraba una fuerte suma de dinero de un banco, sin embargo, la escuchas telefónicas contradicen ese dicho y por ello se mantienen los cargos en su contra.
En cuanto al procurador de Chinecas, Wilfredo Quevedo Cabrera, habría incurrido en los delitos de cohecho pasivo y tráfico de influencias, valiéndose de su cargo. En su contra, tiene las escuchas realizadas a su teléfono, en la que se le oye conversando con un empresario que era extorsionado por la banda criminal, por lo que se deberá deslindar en el curso de las investigaciones todas esas imputaciones.
Cuando la Policía y la Fiscalía de crimen organizado realizaron la redada contra los miembros de esta organización criminal, se dieron a conocer la existencia de una serie de pruebas que delatan sus vínculos y sus acciones delictivas., de allí que era evidente que la condición jurídica de los detenidos no habría de variar.
De todos los detenidos el Fiscal permitió que fueran citados tres de ellos, uno de los cuales es un miembro de la Policía Nacional a quien se le acusa de haber tomado parte en una reunión extorsiva con el delincuente “wino”, empero, la imágenes de las cámaras de seguimiento y los testimonios permitieron confirmar que solo había manejado el vehículo policial en el que se trasladaron sus colegas que se reunieron con “Wino”, por lo tanto no se ha podido establecer su formaba parte del grupo policial corrupto.
Sin embargo, en este caso aún hay mucha tela por cortar, nos imaginamos que los investigados habrán planteado apelación contra la resolución del juez, empero, en esencia lo que se espera es que se avance la investigación y se consoliden los cargos que se formulan contra cada uno de los involucrados, es necesario que se deslinden responsabilidades y se respalden los elementos de prueba para los efectos de poder llegar a un juicio oral en el que se terminará de establecer quienes son realmente los mafiosos.
Por el momento, teniendo en cuenta la cantidad de detenidos y la gravedad de los cargos que se incriminan, la orden de prisión de 36 meses era una medida previsible, el juez cuenta con todos los elementos indiciarios que respaldan la disposición fiscal, razón por la cual estos meses que quedan por investigar serán claves para que finalmente se pueda redondear una acusación sólida y contundente. Esperemos que el trabajo de la Fiscalía apunte en ese norte y desvirtúe los alegatos que vienen lanzando los acusados.