Editorial

Editorial: ::: SANCIÓN A MEDIAS :::

El Tribunal de Disciplina de la Policía Nacional sancionó en última instancia con un año del pase a disponibilidad, al suboficial de segunda PNP, Juan Dante Palomino de la Rosa, involucrado en un escándalo en el que fue detenido por conducir en estado de ebriedad, y para fines particulares, un vehículo de la Oficina de Inteligencia de la misma institución tutelar.

La Cuarta Sala del tribunal de Disciplina es la que expedido la sanción de pase a disponibilidad por un año para el suboficial de segunda PNP, Juan Dante Palomino de la Rosa por medida disciplinaria como consecuencia de una falta muy grave.

Esto significa que el efectivo policial, que se venía desempeñando en la Unidad de Servicios Especiales (USE) de la Policía de Chimbote, durante un año permanecerá separado de la institución hasta en tanto concluyen las investigaciones y se determina si es separado definitivamente o retorna al servicio.

Este caso es sumamente peculiar en la medida que no se trata únicamente de un efectivo de la Policía conduciendo un auto en estado de ebriedad, sino de una sucesión de hechos que han derivado en serios perjuicios a la imagen de la Policía Nacional.

En efecto el mencionado suboficial fue detenido el 1° de setiembre del año pasado manejando en estado de ebriedad un automóvil de placa EPB- 841 de propiedad del Estado cuando se hallaba con una mujer que lo denunció por intento de violación.

Justamente, fue intervenido por una unidad de patrullaje de la Comisaría del 21 de abril cuyos agentes lo llevaron a la sede policial en donde se suscitaron hechos controversiales que derivaron en la increíble captura de efectivo policial interviniente quien fue acusado por el mismo Palomino de la Rosa por delito de extorsión.

Este otro efectivo policial, Diego Gadea Quiñones, se encuentra en este momento en el penal de Cambio Puente, como consecuencia de la denuncia de Palomino y acusando una deslealtad en la medida que trató de colaborar con su colega para los efectos de impedir la denuncia de violación en su contra y terminó siendo acusado de extorsión, coartada que el Ministerio Público no ha aceptado en la medida que en el parte de intervención no consignó la existencia de la mujer y la denuncia de violación,.

Justamente, como consecuencia de estos hechos, el Sub Oficial Palomino de la Rosa fue posteriormente acusado y procesado por delito de Violación en grado de tentativa, aun así salió mejor librado que su colega que está en prisión mientras que aquel ha seguido laborando como si nada hubiera ocurrido hasta la semana pasada que se conoció la decisión del tribunal disciplinario que ha decidido separarlo del cargo por espacio de un año.

Seguramente que el Ministerio Público y el Poder Judicial evacuarán una decisión al final del proceso penal, sin embargo, lo que nos llama la atención es que el Tribunal Disciplinario haya investigado administrativamente al mentado Sub oficial solo por conducir un auto de la institución en estado etílico, cuando los hechos involucraban otras conductas mucho mas reprochables, como haber abandonado su puesto para irse a libar licor y terminar con una mujer a la que habría intentado someter sexualmente.

Esa es una conducta que no solo tiene connotaciones penales, por el contrario, tiene más consecuencias disciplinarias que aquella por la que ha sido sancionado con su pase a disponibilidad por manejar en estado de ebriedad, de allí que es la propia Policía la que debe compulsar la conducta de uno de sus miembros, más aun ahora que se conoce de casos que han derivado en el encarcelamiento de muchos efectivos policiales que se han comprometido no solo en el cobro de coimas sino hasta en tráfico de drogas.

En el supuesto que la Fiscalía o el Poder Judicial no lleguen a condenar al mencionado efectivo policial en el plazo de un año, que es lo más probable ¿este efectivo policial regresará a la institución pese a los escándalos protagonizados?.

No llegamos a entender cómo es que internamente el Tribunal de Disciplina o la propia Policía dispone investigar disciplinariamente a este efectivo policial solo por manejar en estado de ebriedad cuando los hechos abarcan conductas mucho más graves que tienen también consecuencias administrativas. Esperemos que la Policía entienda que si su imagen de deteriora mucho mas ante el concepto público son por estas incomprensibles secuelas como una sanción a medias contra aquellos que menoscaban y desmerecen a su institución.

SEGUNDA OPORTUNIDAD

Con el voto unánime de todos los concejales del pleno municipal de la provincia del Santa, se aprobó la donación de un terreno del Centro Cívico de la urbanización Buenos Aires, en donde se construirá el futuro palacio municipal del distrito de Nuevo Chimbote.

El acuerdo se sancionó atendiendo el pedido del alcalde de Nuevo Chimbote, Domingo Caldas Egúsquiza, quien señaló la necesidad de fortalecer el patrimonio edil con un inmueble que albergue a todas las dependencias ediles que a la fecha las encontró dispersas y tugurizadas por diferentes bienes de la comuna distrital.

La donación se refiere al lote N° 7, de la manzana C, Sector 74-75 del centro cívico de la urbanización Buenos Aires, que tiene un área de mil 226 metros cuadrados y que se encuentra inscrito en la Sunarp a nombre de la comuna.

Es preciso señalar que la petición no se formula por el hecho que los alcaldes respondan al movimiento de un mismo signo político o porque tienen una estrecha amistad, sino que responde a un informe técnico y legal de las Gerencias de Desarrollo Urbano y Asesoría Jurídica de la comuna provincial determinando la viabilidad para la transferencia del bien inmueble a título gratuito hacia la municipalidad neochimbotana.

Es importante que la comuna provincial haya atendido el pedido del alcalde sureño en la medida que a pesar que los vecinos vieron hace unos años levantarse un Palacio Municipal, éste por decisión del ex alcalde Valentín Fernández Bazán, fue desmantelado y demolido para acondicionarse a la nueva construcción del futuro Teatro Municipal. Son las incomprensibles decisiones de la autoridad que dejaron a un pueblo sin su Palacio Municipal y hoy el alcalde Domingo Caldas tiene la segunda oportunidad para corregir ese craso error. Esperemos concluya este objetivo.