La red de salud pacífico sur es un apéndice del hospital Regional “Eleazar Guzmán Barrón”, fue creada hace solo unos años con la finalidad que se encargue del manejo administrativo del sector salud en lo que concierne a hospitales y postas de salud que se encuentren dentro de su jurisdicción, la cual alcanza desde Nuevo Chimbote hasta la provincia de Huarmey.
En realidad lo que maneja es el aparato administrativo de lo que antes se conocía como UTES “Eleazar Guzmán Barrón”, pues fue creada cuando la sociedad civil en su conjunto reclamaba autonomía administrativa en el manejo del sector salud y demandaba que se genere una Dirección Regional en nuestro Puerto atendiendo a que las necesidades de este sector eran mucho más amplias que en la zona sierra.
Cuando el gobierno de entonces debió tomar una decisión y ante la falta de capacidad para trasladar la dirección regional de salud (DIRESA) a Chimbote, surgió la alternativa de crear la DISA, una suerte de dirección propia para la zona costa, con autonomía funcional y económica.
Obviamente que esto generó el rechazo de la comunidad huaracina que reclamaba se mantenga un régimen en el que las dependencias regionales se manejen desde la sede regional, empero, era evidente que eso era complicado, ya para entonces se sabía que la ambición huaracina se concentraba en el hecho que los recursos que generaban las unidades del sector salud de la costa iban a parar a sus arcas sin que ellas retornen para mejorar los servicios de las diferentes postas y hospitales.
Por ello el Ministerio de Salud se vio en la necesidad de crear un sistema de redes de salud en todo el país, unidades ejecutoras que tienen capacidad de disponer de los recursos que se generen en cada unidad asistencial, aun cuando su autonomía se ve seriamente restringida al extremo que la designación de su titular depende siempre de Huaraz.
Así ha funcionado esta nueva entidad en un pabellón aledaño al hospital Regional, fue una suerte de emporio burocrático que sirvió para que los gobiernos regionales de turno decidan colocar a su gente en los diferentes y numerosos cargos que ofrece, al extremo que hoy por hoy se ha sobredimensionado en materia de personal que basta darse una vuelta por sus oficinas para ver que están virtualmente hacinados.
Sin embargo, aun cuando se trata de una dependencia que no debería tener problemas para desempeñarse en la medida que trabaja con tres hospitales de apoyo, uno de los cuales es el “Eleazar Guzmán Barrón” de gran capacidad, y con decenas de postas de salud en las provincias de Santa, Casma y Huarmey, en realidad es un ente sumamente conflictivo en la medida que los directores de turno siempre terminaron peleando con los trabajadores y sindicatos.
Si la memoria no nos traiciona, esta red de salud es una de las que más huelgas, paros y manifestaciones ha realizado en los últimos años, siempre en demanda del cambio de funcionarios, especialmente el titular de la dependencia que a la fecha se mantiene con el odontólogo Yonal Tarazona Escalante que es uno de los que más conflictos ha generado entre la masa trabajadora.
En estos días, si bien ya todos los trabajadores no se encuentran paralizados, se registra una huelga de hambre de dos servidoras que denuncian abusos y arbitrariedades por parte del director y demandan al Gobernador Regional su inmediato cese y la designación de un funcionario más competente, por lo menos alguien que respete el derecho de los trabajadores y cautele los recursos que se asignan a la institución.
En realidad, las protestas nunca dejan de registrarse en esta red de salud, ahora ultimo las muestras de rechazo fueron por la suspensión del proceso de contratación de personal y la designación de funcionarios de confianza, poco antes fueron hasta enfermeras que llegaron de otras ciudades porque sencillamente no se les reconocía el trabajo realizado y demandaban los pagos pendientes de sus emolumentos.
Lo cierto es que los medios de comunicación no recuerdan fecha alguna en la que esta dependencia haya mostrado una paz laboral permanente de unos tres o cuatro meses, siempre se han generado conflictos en razón que es una dependencia en la que la infiltración política la mantienen siempre a expensas de los cambios que se producen en la direcciones regionales.
De allí que el año pasado cambiaron directores como cualquier hijo de vecino se cambia de camisa en este caluroso verano, más aun cuando se tuvo a dos gobernadores regionales, uno que asumió por encargatura por espacio de cinco meses y el otro que recuperó la banda regional luego de conseguir ser rehabilitado por el Poder Judicial tras pagar un millón de soles por concepto de reparación civil a través de sospechosos donantes que le extendieron fabulosas sumas de dinero a sola firma.
Esos cambios constantes transmitieron sus taras y defectos a la red de salud pacífico sur, se cambiaron constantemente a los jefes y terminaron por designar al odontólogo Yonal Escalante quien ha emprendido una gestión confrontacional con la masa de trabajadores, especialmente con los integrantes de su sindicato.
Por ello es que en estos momentos se registra una de las protestas más radicales que se recuerde en esta entidad, generalmente llegaron a los plantones, ollas comunes y paralizaciones prologadas de dos o tres meses, empero, jamás llegaron al extremo de poner en marcha una huelga de hambre porque ella afecta seriamente la salud de las personas que la emprenden.
Esto viene ocurriendo con las dos servidoras que han emprendido esta protesta, hace solo unos días una de ellas debió ser evacuada debido a una descompensación y puede ocurrir lo mismo con la otra si es que antes las autoridades no toman una medida que ponga coto a esta desesperada acción.
Hay que tener en cuenta que de por medio se encuentra la salud de las trabajadoras, si bien es cierto se trata de una medida extrema ante un problema que no es grave, no se puede soslayar la situación en las que se encuentran en estos momentos, por lo que urge que las autoridades regionales hagan el trabajo que no puede hacer el director Yonal Escalante y promuevan un dialogo que ponga coto al prologado ayuno de las dos mujeres. No deben esperar una consecuencia funesta para decidirse a hacer algo.