DEVOTO
Ni bien llegó a nuestra ciudad, el gobernador regional Waldo Ríos Salcedo se dirigió a la Iglesia Matriz de Plaza de Armas y se puso a rezar. De esta manera demostró que es un devoto y fiel creyente, sin embargo, muchos piensan que en realidad se fue a pedirle al señor que las autoridades de nuestra provincia no planteen una denuncia más en su contra. Ello porque la semana pasada los miembros del comité pro construcción del hospital La Caleta anunciaron que denunciarán penalmente al gobernador por no haber cumplido con su promesa de desactivar el código Snip del proyecto de construcción del hospital La Caleta a efectos que esta obra sea asumida por el Ministerio de Salud. Al no haberlo hecho a pesar que honró su palabra, el proyecto ha quedado fuera de programación en el presente año del portafolio de salud, perjuicio que se lo debemos al estrambótico gobernador que tiene nuestra región. Y, es que al margen de la denuncia penal que tenía que atender en nuestra ciudad, a la cual para no variar llegó tarde y no se realizó, la verdadera razón de la visita del gobernador habría sido anunciar al alcalde y demás autoridades locales que la desactivación del proyecto del hospital La Caleta era posible y que lo haría sin inconveniente alguno. La pregunta que todos nos hacemos ¿Por qué no lo hizo antes? ¿Por qué Waldo Ríos esperó que se prepare una denuncia para recién tomar medidas respecto a temas que le competen? Lo cierto es que es la misma y tardía reacción que se vio en el tema de la descolmatación de los ríos como prevención por el fenómeno de El Niño, trabajo que solo comenzó cuando los miembros del COPROSEC anunciaron que lo denunciarían ante el Ministerio Público. Parece que al gobernador le gusta estar al filo de la navaja, pues cuando la prensa le preguntó por las obras paralizadas Ríos Salcedo emprendió la retirada atropellando a todos para llegar a su camioneta. ¿Habrá que denunciar penalmente a Waldo Ríos para que su incompetente gestión se anime a reiniciar las obras paralizadas hace ya tres años? Parece que esa es la fórmula que hace caminar a tan negativa autoridad.
CONTRADICTORIO
El encargado de la oficina de vigilancia y control vectorial de la Red Pacífico Sur, Walter Valverde Espinoza, ha sido claro y tajante al señalar que una campaña de fumigación no puede iniciarse porque a alguien se le ocurre decir que hay una gran cantidad de zancudos en determinado lugar, sino que esa decisión solo puede adoptarse después de haberse efectuado un estudio vectorial y de establecerse que en ese universo de mosquitos se encuentra el vector de los males como el dengue, la chukinguya o el sika. Más claro ni el agua. Lo que no entendemos es porque no le dijo eso antes a su Jefe, el controvertido odontólogo Yonal Escalante Tarazona, quien se presentó hace unas semanas junto al alcalde Nuevo Chimbote anunciando una acción conjunta del Municipio sureño con la Red Pacífico Sur para emprender campañas de fumigación en las viviendas y áreas públicas del distrito sureño, allí aparecieron los dos titulares de las dependencias, a quienes les sobra ganas de salir en fotografías, luciéndose ante un verdadero arsenal de maquinaria propia para la fumigación y con los insecticidas propios para esta jornada. Al final la campaña debió suspenderse porque no es la manera de afrontar una campaña de este tipo. ¿Quiénes son los asesores de este díscolo Director de la Red de Salud Pacífico Sur que lo hacen patinar tan feo existiendo en su institución profesionales que tienen experiencia y conocen el manejo de estos temas? Parece que el afán de figuración puede más que la razón en algunas entidades.
LOCAL
Los clientes del Banco de la Nación no están nada satisfechos con la flamante sucursal que ha estrenado en Nuevo Chimbote, en donde esperaban que la nueva sede que venía construyendo hace más de un año atrás resulte más cómoda y acogedora que las oficinas que le prestó la Municipalidad de Nuevo Chimbote ubicada a solo una cuadra. Sin embargo, los arquitectos no supieron aprovechar el amplio fondo del terreno que tenían y construyeron un local con una estrecha frontera de atención de las cuatro ventanillas que tiene, de tal suerte que los usuarios tienen que hacer colas fuera de este local, en la vereda de la parte lateral de la catedral y sancochándose con el fuerte sol de estos días. Muchos tienen que encargar su cola e ir al frente donde están estacionados los autos que llegan a la Plaza mayor y allí buscar algo de sombra. “Por lo menos en el otro local estábamos adentro y teníamos más sombra” señalaban ayer las personas que llegaban y se daban con la sorpresa de la incomodidad en el flamante local que, a la sazón, hasta la fecha no pone en funcionamiento los cajeros automáticos.