INFORMALIDAD
La clandestinidad ha sido, es y será una de los flagelos que atenta contra la sociedad, en sus diversas modalidades. La venta informal de ropas, comidas y otros es un problema de todos los tiempos y no escapa a la existencia de instalaciones fabriles que funcionan al margen de la ley. Lo que no nos imaginábamos es que exista una Planta de Producción de conservas de pescado informal, una instalación con maquinaria entronizada en una zona alejada de la ciudad pero que se permitía producir latas de conservas de pescado sin registro sanitario y sin que cuente con autorizaciones de la Municipalidad Provincial del Santa y de la DIGEMID para realizar actividades productivas. Y es que una planta de producción de conservas no elabora alimentos para animales, se dedica a elaborar alimentos para las personas, productos que van a la mesa familiar, por lo tanto, su actividad debe estar sujeta a un meticuloso control a efectos que se cumplan con todas las exigencias que determina la ley y que estén sujetas a un celoso procedimiento de control de calidad. Sin embargo, en esta planta conservera clandestina, ubicada entre zonas de plantaciones, casi oculta, en el sector de Monte Chimbote y Tangay, se dedicaban a la Producción de conservas sin control alguno. Estas son las conservas que se venden a bajos precios, que escapan a los filtros que exige la ley y por ello pueden competir con ventaja con cualquier producto que se elabora en el sector formal.
MARCA CHANCHO
Este hallazgo se realiza luego que en el vecino distrito de Santa se haya denunciado la existencia de latas de conserva con productos que presentan restos de óxido en el interior y en cuyas etiquetas no se consigna quién es el productor y menos cuentan con registros sanitarios como para poder identificar su procedencia. Estas conservas de pescado truchas fueron incluidas en las bolsas familiares que se repartieron a los hogares más necesitados, como parte del programa de alimentación emprendido por el gobierno para paliar la crisis de escasez provocada por la pandemia que vivimos y que se elaboraron con los presupuestos que se confiaron a los municipios de todo el país. Ese caso está aún en investigación, sin embargo, todo indica que esas conservas salieron de esa fábrica clandestina destruida la semana pasada en operativo conjunto de la Municipalidad, la Fiscalía, la Dirección de Producción y Sanipes. Ojo, que apenas un día después de ese operativo las autoridades dieron con un puesto de venta en el mercado Alfonso Ugarte, en donde se hallaron cientos de latas de conservas de pescado que carecían de registros sanitarios y de identificación del productor. Tal parece que las autoridades hallaron esta pista en la planta informal que allanaron y destruyeron en Monte Chimbote. Hay que tener mucho cuidado porque todo indica que estas latas de conservas se han regado por muchos mercados y han sido las favoritas de las bolsas de programas asistenciales y ello porque son más baratas. La Fiscalía debe profundizar la huella de esta planta conservera, empero, lo que nos incomoda es que cada vez que realizan esta clase de operativos en donde sorprenden a inescrupulosos que se enriquecen a costa de los bolsillos de la gente más pobre, no se identifican a los responsables. Solo se menciona el inmueble y lo incautado pero no se dice quiénes son los promotores de este imperio de la informalidad.
VIRTUAL
La Corte Superior de Justicia del Santa ha inaugurado el último fin de semana su Mesa de Partes Electrónica, que no es otra cosa que una plataforma en la que los abogados y litigantes podrán hacer llegar sus escritos de manera virtual, a través de los medios digitales. Esto pone de manifiesto que la administración de justicia ya se prepara para reactivar su actividad y lo hará a través de la modalidad remota, los litigantes y abogados deberán adecuarse a los tiempos de la pandemia y seguramente serán convocados y notificados a través de plataformas para llevar adelante los procesos. Por lo menos la administración de justicia no ha sido considerada dentro de la primera fase de la reactivación en el país, por lo que los plazos de los juicios pendientes se mantendrán en suspenso hasta que se eche a andar nuevamente la maquinaria jurisdiccional. Sin embargo, en la medida que el estado de emergencia sigue ampliándose y las condiciones sanitarias no son las mejores en Chimbote, deberán buscar una alternativa para no perder tantos meses a consecuencia de la crisis sanitaria que afrontamos.